El estresarse afecta a todos, pero no por igual. Tener una mínima sensación de estrés es incluso necesaria para llevar el día a día. Sin embargo la […]
El estresarse afecta a todos, pero no por igual. Tener una mínima sensación de estrés es incluso necesaria para llevar el día a día. Sin embargo la personas más vulnerables a este mal son los pesimistas y por el contrario los optimistas casi de manera inconsciente afrontan el estrés de modos muy sofisticados, no se preocupan ¡se ocupan! ¿Pero cómo le hacen?
Las personalidades inmunes al estrés excesivo nunca anticipan mentalmente que las consecuencias de algo serán negativas, siempre imaginan buenos resultados de la carga excesiva de trabajo que se les presenta, mientras tú estresada, visualizas que todo saldrá mal desde un principio.
Las personas anti-éstres tienen un mayor compromiso con los proyectos o trabajos dónde se involucran por lo tanto perciben todas las actividades incluso los obstáculos como algo valioso. Mientras tú sólo te alteras al ver tu lista de pendientes.
Las personas que no se estresan no pierden el tiempo “desahogándose”, quejándose del sistema o de la situación, si platican con otros es para solicitar un consejo u apoyo.
Si tu naturaleza no es ser así, tienes tres claves que puedes empezar a trabajar desde ahora:
1.-Relajarte fisiológicamente
Aprende a respirar bien para que se relajen los músculos, meditar o acudir al yoga si una excelente alternativa.
2.-Maneja tu Tiempo
Organiza las actividades del día con horarios establecidos.
3.-Replantea los pensamientos negativos a positivos
Ejemplo descubrir algo gracioso o creativo de la situación adversa.
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