Pedir perdón en exceso es demasiado dañino. Sin querer, esta cualidad con el paso del tiempo va perdiendo valor. Se trata de sanar, no de proyectar inseguridad.
Pedir perdón es una decisión no una obligación. Te hablo con sinceridad; en mi experiencia puedo asegurarte que hay situaciones donde POR NINGÚN MOTIVO debemos ofrecer una disculpa. El hacerlo constantemente sólo es una señal de inseguridad y baja autoestima.
Sigue leyendo este post, seguramente te sentirás identificada con alguna situación. Sé más clara contigo misma, no te preocupes tanto por tu estabilidad emocional con los demás. Repito, se trata de sanar.
Situaciones en las que debes dejar de pedir perdón
«Perdón por responder hasta ahorita»
¿Cuántas lo han dicho? ¡Vaya, yo lo he hecho! Debes entender que siempre habrá algo por hacer que te impida estar todo el tiempo en el celular. Es muy válido darle prioridad a tus actividades como el trabajo, la escuela y/o la casa. Créeme, si es una emergencia será mucho más notorio. Responde cuando tengas tiempo, no te presiones ni te estreses.
«Perdón por no ir contigo» / «Perdón, no podré ir» / «Perdón, no puedo verte hoy»
Es casi lo mismo que el punto anterior. No debes sentirte obligada a salir con tu novio, tus amigas e incluso con tu familia. No pidas perdón, está padre que te organices para dedicarte a tus pendientes y/o quieras sólo tiempo para ti.
«Perdón por ser así»
JAMÁS. No caigas en esto. Las personas deben aceptarte tal cual eres, no hay razón suficiente. Si a alguien no le gusta, tiene la libertad de retirarse.
«Perdón por echarlo a perder»
Esta frase es demasiado común en las relaciones de pareja. Algunas veces cometemos el error de asumir las equivocaciones de los demás. Claro está que sí llegamos a equivocarnos, pero eso no significa que te sientas culpable por ambos o por algo que sólo fue mínimo. Pedir perdón debe ser bien justificado.
«Perdón por no estar delgada» / «Perdón por no lucir así»
¡Muy neta! No te compares. Recuerda que es esencial que te sientas súper bien contigo; con tus cualidades, tu forma de ser y tu físico. No permitas que te juzguen, mucho menos te lamentes por no estar a la altura de los estereotipos.
«Perdón, pero no tengo dinero»
Muchas hemos dicho esta frase aún sabiendo que no deberíamos. No apliques tanta presión en lo que tienes y lo que no. Siempre actúa de acuerdo a tus posibilidades. No te sientas mal por no poder ir a cierto lugar porque no tienes dinero o tener otras prioridades. En algún momento los demás se han encontrado en esa situación.
«Perdón, pero no estoy de acuerdo contigo» / «Perdón, pero no me gusta eso»
Cuando hablan de fidelidad debes entender que tú eres primero, así que es muy válido decir no me gusta, no me parece, no estoy de acuerdo. No se trata de tener el mismo punto de vista que los demás y no es necesario pedir perdón.
«Perdón por no tenerlo resuelto»
No todo se puede mantener controlado todo el tiempo, así que sé paciente y no te arrepientas de nada. Mucho menos te lamentes por no tener las cosas resueltas. Para que todo salga bien no lo hagas con prisa.
«Perdón por hacerte sentir mal»
No te disculpes por ser honesta, tú no controlas las emociones de los demás, obvio. Eres libre de expresarte así que evita la barrera de proteger al prójimo.
«Perdón por no maquillarme» / «Perdón por vestirme así» / «Perdón por no arreglarme»
¡ERES LIBRE! Jamás olvides eso; tienes todo el derecho de vestirte y arreglarte como quieras y cada que quieras. Ámate sin condiciones.
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