Aquellos a quienes amamos jamás nos dejan del todo
La muerte de un ser querido (familiar, amigo o mascota) siempre es dolorosa y difícil de sobrellevar. Y es que no es únicamente que hayan partido de este plano terrenal, sino que con ellos se llevaron una parte de nosotros. En la cultura mexicana, la muerte más que una cuestión a la cual hay que temerle, es una parte más del ciclo de la vida y como tal hay que respetarla y aceptarla. Al ser octubre, comienzan ya los preparativos para una de las fechas más importantes de nuestro país. Por eso, queremos compartir contigo algunas reflexiones sobre la muerte de un ser querido para este Día de muertos.
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7 reflexiones sobre la muerte de un ser querido para este Día de muertos
1. Los duelos son indefinidos y su extensión no mide cuánto amábamos a quienes partieron
El duelo es el proceso de adaptación psicológico que atravesamos al perder a algo o alguien. Por eso mismo es que es imposible determinar cuánto tiempo ha durar. Su extensión está delimitada por diversos factores y hay veces en que pueden durar años o a veces tan sólo un par de meses. Sin embargo, que un duelo dure más o menos tiempo no significa que el amor que tenías por la persona que se fue se mida con los estándares. Así pues, no te juzgues ni a ti ni a nadie por el tiempo que les toma readaptarse a una vida sin un ser querido. Entiende que cada quien vive su vida a su propio ritmo y que por más que los relojes marquen la misma hora para todos, no todos vivimos en los mismos tiempos.
2. Que deje de doler no significa que deja de importar
Eventualmente todo dolor sana y deja de afligirnos el corazón. Eso no quiere decir que nos haya dejado de importar la partida de nuestro ser querido o que el amor que teníamos por ellos finalmente se ha evaporado. No, eso lo único que significa es que las heridas del alma son iguales a las del cuerpo. Tras cierto tiempo transcurrido y luego de procurarle los cuidados pertinentes, toda herida sana, se hace costra y eventualmente cicatriz. Que ya no duela cada que piensas en tu ser querido no significa que ya no te importe. Significa que has sanado y que por fin puedes acceder a su recuerdo con la misma pureza y alegría que despertaba en ti cuando vivía.
3. La mejor manera de mantenerlos para siempre con nosotros es no olvidarlos
Por cliché que suene esta es una de la reflexiones sobre la muerte de un ser querido que no podemos dejar de mencionar. Mascota, familiar o amigo, siempre que los tengamos presentes vivirán para siempre en nuestra memoria y se mantendrán cerca de nuestros corazones. Esto no significa que por el hecho de no dedicarles un pensamiento un día o dos ya los hayas olvidado para siempre. No, la idea es mantener su memoria repitiendo cosas que disfrutaban hacer juntos, ayudar a nuevos perritos a vivir mejores vidas, donar a causas en las que ellos creían o bien, reflexionar en la manera en que marcaron tu vida.
4. Más que temerle, aprendamos a respetar y aceptar la muerte
Como ya lo mencionábamos al inicio, dentro de la cultura mexicana la muerte goza de una papel de gran importancia. Para nuestros antiguos antepasados prehispánicos, la muerte no era más que el inicio de un nuevo recorrido, una paso más dentro de este ciclo de vida al cual estamos todos subordinados desde nuestro nacimiento. Por ello, más que dejarnos colmar por la tristeza, se les realizaba una ceremonia de despedida con sus pertenencias y comida preferidas para que los acompañara en este nuevo viaje. Así pues, recordar nuestras raíces nos puede ayudar mucho al momento de plantarnos frente a la difícil tarea de procesar la muerte de un ser querido. Aprendamos a ver a la muerte como un paso natural que todos eventualmente habremos de dar. Respetémosla, honremos a nuestros muertos y aceptemos el curso natural de la vida.
5. El Día de muertos es también una fecha para celebrar la vida
El Día de muertos está permeado por la memoria y la nostalgia y alegría que se cuela con ella lo cual lo hace perfecto para realizar ciertas reflexiones sobre la muerte un ser querido. Así como recordamos a quienes se fueron, celebramos también sus vidas y la de nosotros y quienes aún nos acompañan. Es una fecha en la que ambos elementos, vida y muerte, conviven entre sí con entera plenitud y es, por eso mismo, un hermoso día para apreciar lo intrincadas que están la una con la otra. A través de los colores vivos, la comida deliciosa, las fotografías y la música, la muerte se despoja de su lúgubre y sombrío aspecto para mostrarnos su cara amable y esperanzadora.
6. A través de la comida se apapacha el alma
Cuenta un chiste que no puede haber dudad que la comida mexicana es la más deliciosa de todos porque es la única que hace que los muertos regresen sólo para poder seguir comiendo. Lo cierto es que además de su gran sabor, en nuestra cultura los apapachos se demuestran en gran medida a través de la comida. Por eso mismo, la comida de nuestras mamás y abuelas nos sabe tan pero tan deliciosa. Tengamos esto presente al momento de preparar nuestras ofrendas y preparemos los platillos más deliciosos para que aún con la muerte de por medio podamos seguir apapachando a nuestros seres queridos que regresan una vez más para poder visitarnos.
7. Vivir tu vida con sus enseñanzas es la mejor manera de honrarlos
La verdad es que la vida de lo único de lo que se trata es de vivirla. Por absurdo que parezca, hay a quienes les pasa la vida por delante sin haberla probado jamás. Así pues vívela tan intensamente como puedas para que al final no tengas nada de qué arrepentirte y en el proceso acuérdate de incorporar las enseñanzas que te dejaron aquellos a quienes amaste y te amaron. Incluso nuestras mascotitas nos enseñan miles de cosas acerca de la vida, de cómo ser más amables y cómo respetar otras formas de existir. No hay mejor manera de honrar y de seguir alimentando el amor de quienes se fueron que viviendo nuestras vidas con sus enseñanzas.
Esperamos que estas reflexiones sobre la muerte de un ser querido te hayan gustado. Ahora corre por el cempasúchil y comienza a practicar los platillos que prepararás para este Día de muertos.
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