¿El peor enemigo de una mujer es otra mujer? Claro que no
¿Alguna vez has escuchado la frase «el peor enemigo de una mujer es otra mujer»? ¿Por qué será que constantemente se plantea que entre mujeres sólo podemos ser competitivas y envidiosas de lo que la otra tiene o ha conseguido? La realidad es que la amistad entre mujeres es de las mejores cosas que nos pueden pasar. Las amigas constituyen un refugio, una oportunidad de construir relaciones horizontales, sinceridad y un apoyo íntimo difícil de encontrar en otras partes. Como estoy harta de escuchar frases como la que escribí al inicio, he decidido compartirte un listado de 10 razones por las cuales la amistad entre mujeres es de lo mejor.
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10 razones por las cuales la amistad entre mujeres es lo mejor que nos puede pasar
1. Hay un entendimiento más completo y profundo
Tiempo atrás, cuando el matrimonio era considerado la máxima aspiración de las mujeres y el punto sobre el cual debían girar sus vidas enteras, las amigas estaban ahí para brindar un refugio de entendimiento y apoyo. Si las mujeres debían casarse con hombres que no prestaban atención a sus intereses, pasiones y necesidades emocionales, las amigas eran quienes se recibían unas a otras con los brazos abiertos y con quienes se podía ser una misma con toda libertad sin temor alguno de crítica o juicio.
Aún en la actualidad, la amistad entre mujeres brinda un entendimiento más completo y profundo tanto a nivel emocional, como intelectual y de vivencias. Esto no ha de sorprendernos si pensamos que a fin de cuentas todas hemos crecido bajo un mismo sistema machista que, aunque poco a poco vaya dejando de hacerlo, no valora igualmente la opinión de las mujeres que la de los hombres. Son nuestras amigas en quienes realmente podemos encontrar una escucha activa que valore aquello que contamos, y frente a quienes podemos mostrarnos sin portar ninguna máscara.
2. Construimos relaciones horizontales
En este mundo tan competitivo en que vivimos, la mayoría de las relaciones que forjamos con las personas a nuestro a alrededor se caracteriza por la verticalidad, la jerarquía. Es decir, siempre hay una constante de ver quién es más esto, quién tiene más de aquello, quién posee una opinión de mayor validez que la del otro. Siempre una búsqueda que confirme la superioridad o inferioridad de los individuos.
El feminismo reconoce que traer estas dinámicas a nuestras relaciones de amistad entre mujeres es doblemente perjudicial. No sólo por contribuir a la idea de que entre nosotras sólo podemos estar en constante competencia, sino porque merma la posibilidad de ser empáticas y hallar la fuerza en nuestra unión. Por eso mismo, las auténticas relaciones de amistad entre mujeres son horizontales. Nos damos el mismo valor las unas a las otras, valoramos nuestras opiniones, no buscamos posicionarnos por encima de nuestras amigas, sino que aprendemos a reconocernos en nuestra individualidad.
3. Tejemos redes de apoyo
En los últimos tiempos se ha escuchado hablar mucho acerca de las redes de apoyo entre mujeres. ¿Qué esto? Al hablar de redes de apoyo nos referimos a la estructura de soporte y cuidados que creamos con nuestras amigas. Esta estructura que busca dar una respuesta de manera sincronizada a los problemas o situaciones de dificultad que cualquiera de nosotras pudiera estar atravesando. De esta manera, ninguna tendrá por qué sentirse sola y que el mundo se le viene encima, sino que por el contrario, sabrá que tiene quien la ayude y pueda serle más fácil salir de la situación en que se encuentre. Las redes de apoyo son vitales.
4. Se crean espacios íntimos y seguros
No a cualquiera puedes decirle «tengo el corazón roto y no me he bañado en 5 días por lo triste que estoy» o «estoy desempleada y tengo mucho miedo». Encontrar a quien puedas hacerle este tipo de confidencias es una bendición. Al encontrar a una amiga a quien podamos decirle estas cosas a sabiendas de que no nos juzgará, sino que nos abrazará y apoyará, encontramos también un espacio seguro en el que la intimidad es respetada y se le permite fluir con naturalidad. Las relaciones de amistad entre mujeres suelen brindar este tipo de espacios y es una de las razones por las cuales son tan especiales.
5. Mayor transparencia de dolor y alegrías
Al hallar en las relaciones con nuestras amigas espacios en donde podemos ser nosotras mismas, descubrimos que es más fácil bajar la guardia y ser más transparentes. No hay ninguna necesidad de aparentar que todo está perfecto en tu vida, cuando en realidad te estás desmoronando, pues nadie se va a aprovechar de este momento de fragilidad tuyo. Asimismo, tampoco hay ningún motivo por el cual debas hacer menos la alegría que sientes por tus logros ya que tus auténticas amigas no te envidiarán, sino que se alegrarán y festejarán contigo.
6. Funcionan como una recarga de energía
En ocasiones, cuando la vida se siente simplemente como demasiado y que nuestros trabajos nos han robado hasta el último ápice de jovialidad que teníamos, una plática con nuestras amigas nos regresa la energía. Estudios han comprobado que precisamente por darle mayor importancia a nuestras emociones y sentimientos que los hombres, las relaciones de amistad entre mujeres ayudan a liberar una sustancia llamada oxitocina. La oxitocina es una hormona que se producen en el cerebro que, entre muchas otras cosas, ayuda a los individuos a sentirse más felices, seguros de sí mismos y desinhibidos. Ahora sabrás por qué cada que ves a tus amigas siempre están presentes las carcajadas.
7. Son conexiones fuertes que nos hacen saber que no estamos solas
Pongámonos filosóficas: al final del día, lo que cuenta realmente en esta vida son las conexiones auténticas que logramos forjar con aquellas personas que se cruzan en nuestros caminos y a quienes aprendemos a querer. La amistad con nuestras amigas es uno de este tipo de conexiones que puede ser incluso más fuerte que el de las relaciones en pareja. Y es que por vasto que sea el universo y nos sintamos diminutas e insignificantes, por más problemas turbulentos que tengamos que afrentar, si tenemos aunque sea a una amiga a nuestro lado, la vida se suaviza y hace que valga la pena vivir y seguir adelante.
8. Ayuda a desestresarte
No hay mejor remedio para el estrés que una buena sesión de risas, chismes y tonterías con nuestras amigas. El trabajo, las deudas y otras preocupaciones pueden esperar cuando tu mejor amiga te está contando todo sobre su último galán. Así que otra razón por la cual las relaciones de amistad entre mujeres son de lo mejor, es simplemente por la oportunidad de brindarte una escapadita del mundo y su caos para hallarte en un lugar relajado y alegre.
9. Hay oportunidad de catarsis
Sin importar que la cita sea para ir al cine o a un café para chismear un ratito, siempre hay un momento catártico en el que nos sinceramos acerca de todo lo que estamos sintiendo en ese momento y es sumamente refrescante. Probablemente lo que más me maravilla de todo esto es que con la misma facilidad con la que se pasó de preguntarse qué escogería cada una del menú a hablar sobre la tremenda ansiedad que sienten, cambian de tema y se preguntan en dónde compró cada una su bolsa o collar o zapatos. La catarsis es un elemento súper característico y fundamental de las amistades entre mujeres.
10. Juntas somos más fuertes
Finalmente, el punto clave de todo esto. Al romper con esa idea machista que nos quiere separadas y en constante competencia por las cosas más banales, encontramos una fuerza que en la individualidad sería muy difícil de conseguir. Porque sí, juntas somos mil veces más fuertes. Cuando nos reconocemos las unas a la otras, cuando valoramos todo lo que nuestras amigas aportan al mundo y a nuestras vidas, al mismo tiempo crecemos nosotras.
Así que ve y abraza muy fuerte a tus amigas. Y la próxima vez que escuches a alguien decir «el peor enemigo de una mujer es otra mujer» respóndele que es evidente que no sabe nada acerca de la amistad entre mujeres porque en realidad es lo mejor que podemos encontrar.
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