Correr 5k se dice fácil pero a la hora de la hora, es toda una odisea. Vas a sudar, vas a sentir que ya no puedes y […]
Correr 5k se dice fácil pero a la hora de la hora, es toda una odisea. Vas a sudar, vas a sentir que ya no puedes y seguro vas a preguntarte qué haces ahí pero el sentimiento será indescriptible cuando por fin cruces la meta.
La verdad siempre me ha gustado hacer ejercicio pero me ha faltado una de las cosas más importantes: constancia. Por una cosa u otra se me termina yendo el tiempo y cambio los planes. Por eso cuando me invitaron a participar en la Carrera Bonafont, lo primero que pensé fue ¿Por qué no?
Tomé todos los consejos posibles y me dediqué a entrenar. Empecé a correr los fines de semana con una muy buena compañía y ahí fue cuando me di cuenta de que estaba bastante «oxidada». Media vuelta al parque y ya no tenía ni aliento ni fuerza en las piernas.
El día de la carrera llegó y quedé realmente sorprendida de la cantidad de mujeres que estaban ahí, sin importar que fuera muy temprano, que no tuvieran la mejor condición física ni que hubieran tenido que faltar el día anterior a cualquier festejo. Realmente la frase «Yo puedo» estaba en la mente de cada una de ellas.
La emoción estaba a flor de piel en cada una al dar inicio a la carrera por Paseo de la Reforma. Recorrimos desde la Diana Cazadora hasta el Auditorio Nacional y de regreso. Yo elegí la categoría «trotar» y vaya que sudé. Claro que tenía que detenerme algunos momentos para recobrar el aliento pero era muy padre voltear a tu alrededor y sentir la vibra de todas las mujeres que seguían adelante. Realmente te motivaban a seguir y llegar a tu meta.
Lo más interesante fue que esta carrera (especial para mujeres), se vivió al mismo tiempo en la Ciudad de México, en Guadalajara, Monterrey, Puebla y Querétaro, sumando más de 67 mil corredoras. Imagínate.
Casi al llegar al kilómetro 5, empezabas a ver gente a tu alrededor echando porras, diciéndote que sí se podía y hasta poniéndote la palma de la mano para «chocarlas». El que me encantó fue un letrero que decía «Toca aquí para más velocidad» y tenía una estrellita de Mario Bros. En serio genial.
En fin esta experiencia realmente me enseñó que hay muchas personas que sí buscan el lado saludable en sus vidas y que cualquier cosa que se propongan es posible. Desde la historia de Lourdes Villagomez, la diseñadora de la playera y la medalla de la carrera, y la lucha por sus sueños me sentí realmente inspirada. Y puedo decir que valió la pena.
Definitivamente hacer una carrera alguna vez en tu vida debería estar en tu Bucket List.
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