Además de los cólicos, la menstruación provoca hinchazón y aumento de peso.
No es tu imaginación: durante la menstruación, tu cuerpo cambia y tu ropa lo nota, pues muchas mujeres experimentan hinchazón, retención de líquidos y una sensación general de aumento de peso en los días previos o durante su periodo.
Lejos de ser un mito o una exageración, estos síntomas tienen una explicación médica y hormonal que impacta directamente en cómo se siente y se ve el cuerpo.
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Subirse a la báscula en días de menstruación puede convertirse en un episodio de angustia innecesaria. Lo que muchas interpretan como un “aumento real de peso” suele ser, en realidad, retención de líquidos provocada por los cambios hormonales del ciclo.
Según explican desde el Sants Institute de España, es completamente normal que el cuerpo experimente una variación de entre medio kilo y dos kilos durante esta etapa, sin que eso represente un aumento de grasa corporal.
Aceptar que el cuerpo cambia durante el ciclo menstrual es parte de aprender a escucharlo y cuidarlo con mayor empatía.
Desde el Sants Institute insisten en que entender este proceso ayuda a disminuir la ansiedad que muchas mujeres sienten al notar hinchazón, pesadez o una talla ajustada en los pantalones. Más que hacer ajustes extremos en la dieta o la rutina de ejercicio, lo ideal es reconocer que estos días forman parte de un ciclo natural que no define tu salud ni tu cuerpo a largo plazo.
Sentirse inflamada, pesada o con la ropa más ajustada de lo normal justo antes o durante la menstruación no es una casualidad ni una exageración: es el resultado directo del vaivén hormonal que ocurre en esos días.
Cuando aumentan los niveles de estrógeno y progesterona, el cuerpo comienza a retener líquidos, lo que se traduce en esa sensación incómoda de hinchazón abdominal, senos más sensibles e incluso un ligero aumento de peso. Es un proceso temporal, pero lo suficientemente evidente como para que muchas mujeres lo vivan como un desajuste físico y emocional que afecta su rutina diaria.
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Esta retención de líquidos no distingue entre cuerpo ni edad, y aunque los kilos extra que aparecen en la báscula no son permanentes, sí pueden alterar la percepción corporal.
El ciclo menstrual no solo regula la fertilidad, también influye en el estado físico y emocional, incluyendo fluctuaciones visibles en el peso. Cada fase del ciclo trae consigo cambios hormonales que afectan la retención de líquidos, el apetito y la energía. Comprender qué ocurre en cada etapa puede ayudar a interpretar mejor lo que pasa en el cuerpo:
Estos son algunos tips para reducir la hinchazón durante la menstruación:
Hidrátate más, no menos
Aunque suene contradictorio, beber suficiente agua ayuda al cuerpo a liberar el exceso de líquidos y evita los azúcares. Mantener una buena hidratación favorece el funcionamiento de los riñones y reduce la retención causada por las hormonas.
Muévete, aunque no tengas ganas
El ejercicio moderado, como caminar, hacer yoga o estiramientos suaves, estimula la circulación y el sistema linfático, ayudando a reducir la inflamación abdominal y la sensación de pesadez.
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Reduce el sodio (sí, adiós a las papitas por unos días)
El exceso de sal en la dieta favorece la retención de líquidos. Optar por comidas frescas y caseras durante estos días puede marcar una gran diferencia en cómo se siente el cuerpo.
Incluye alimentos ricos en potasio y magnesio
Plátanos, espinaca, aguacate y frutos secos no solo son deliciosos, sino que ayudan a regular el equilibrio de líquidos y a aliviar la hinchazón natural del ciclo.
Escucha a tu cuerpo, no a la balanza
Aceptar que cierta inflamación es parte del ciclo menstrual es clave para evitar frustraciones innecesarias. Vestirse cómoda, descansar bien y no obsesionarse con el peso pueden ser tan efectivos como cualquier cambio en la dieta.