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Tus hijos, mis hijos y nuestros hijos

Por: Mujer de 10 27 de Enero
Tus hijos, mis hijos y nuestros hijos
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No es el nombre de una película, se trata de historias de la vida real: muchas personas viudas, divorciadas, separadas o solteras con hijos juntan sus vidas […]

No es el nombre de una película, se trata de historias de la vida real: muchas personas viudas, divorciadas, separadas o solteras con hijos juntan sus vidas para hacer una nueva familia. Y así, se cuenta una nueva historia con tus hijos, mis hijos y nuestros hijos. Pero, ¿cómo vivir en armonía? 

Integrar una familia “reconformada” o “reconstituida” como suele llamársele, no es tarea fácil; para juntar a tus hijos, mis hijos y nuestros hijos se requerirá llegar a una serie de acuerdos y acomodos de costumbres, formas de vida, horarios, ideas, gustos y crear estrategias para vivir en la mayor armonía posible, y a decir verdad, no siempre se logra fácilmente.

Hay diversas maneras de reconformar a la familia, he aquí algunos ejemplos:

  • Mujer soltera o divorciada sin hijos con hombre divorciado o viudo con hijos.
  • Hombre soltero o divorciado sin hijos con mujer divorciada o viuda con hijos.
  • Ambos divorciados con hijos
  • Ambos viudos con hijos

En los dos primeros casos, será muy importante la aceptación de la persona que no tiene hijos de iniciar un matrimonio con la presencia de terceros y hablar muy claramente del rol que desempeñará en la nueva familia. Nunca será una relación de dos, ya que desde el comienzo el espacio y tiempo que requieren los hijos del que los tiene, le restarán tiempo de convivencia en pareja.

Cuando ambos tienen hijos de su relación o de relaciones anteriores, la ventaja es que conocen el valor de la paternidad-maternidad y tienen experiencia en el cuidado de niños. Sin embargo, uno de los grandes temas aquí es el hecho de tener que compaginar los tiempos y en el caso de los divorciados, negociar con los “ex” para evitar interferencias en su nueva vida, lo cual resulta bastante complicado.

Con los viudos pensaríamos que tienen gran ventaja y que sería en todo caso el ideal, ya que los “ex” no pueden intervenir. Pero debemos decir que no siempre ocurre así, ya que si no se ha cerrado el duelo, es posible que las comparaciones y recuerdos sean barreras para la comunicación y el libre desarrollo de la nueva familia.

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Foto: Shutterstock

¿CUÁLES SON LAS PRICIPALES DUDAS Y PROBLEMAS?
¿Quién pone las reglas?
¿Quién regaña a los hijos de quién?
¿Qué papel deben jugar las exparejas?
Celos de los hijos con ambos cónyuges.
Celos de los cónyuges por la atención a los hijos.
Conflictos si ahora se tienen hijos de esta nueva relación.
¿Quién debe pagar los gastos de los niños?
¿En dónde vamos a vivir?
¿Se llevarán bien nuestros hijos?

Todos estos aspectos entre tus hijos, mis hijos y nuestros hijos tienen que ser contemplados, dialogados y puestos a prueba antes de tomar la decisión de vivir juntos, ya que aquí no se trata sólo del amor entre ambos, sino de las verdaderas posibilidades que todos los miembros de las familias respectivas pueden tener para convivir armoniosamente. Si esto no ocurre, la ilusión de la nueva familia feliz se convertirá en la peor de las pesadillas.

¿CÓMO RESOLVERLOS?
En los casos de familias reconformadas, como en todo, hay dos elementos fundamentales para que haya éxito en la convivencia:

Comunicación y Respeto
La comunicación tiene que comenzar por los dos integrantes de la pareja y ésta debe ser clara, honesta, abierta en primer término con lo que respecta a su relación y posteriormente en cuanto al valor que tiene para cada uno los tiempos con sus respectivos hijos, así como que nadie puede sustituir al padre o madre biológicos de los hijos de la pareja. Un tip es aprender a hablarles según su temperamento, para asegurar una comunicación efectiva con cada uno.

De igual manera, es importante el respeto a la vida anterior tanto de la pareja como de sus hijos; considerar a la familia política con la que tendrán que seguir conviviendo, llámense abuelos, tíos, etcétera; sin perder nunca de vista que el lugar preponderante lo tendrá ahora la nueva pareja, y eso debe quedar claro para todos los integrantes de la nueva familia.

También es importante saber cómo educar en equidad a los hijos para que todos se sientan respetados y que ocupen un lugar igual de especial en la familia.

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LOS PAPÁS DE NUESTROS HIJOS Y NUESTROS NUEVOS HIJOS…
Cuando estas parejas deciden tener sus propios hijos, pueden generarse algunos problemas nuevos si no se han superado las crisis del acomodo inicial. Por ello es básico que se tomen en cuenta aspectos económicos, de educación y convivencia con los medios hermanos para que la llegada del nuevo o nuevos miembros de la familia sea venturosa.

Historias como éstas hay muchas, pero cada cabeza es un mundo y no todas tienen por qué acomodarse de la misma manera. Lo más importante en estos casos es que haya, además de amor verdadero, un deseo honesto de crear una nueva familia más feliz y armoniosa sin egoísmos, protagonismos, ni lucha de poder. Por el contrario, la humildad, la tolerancia, el respeto y la generosidad deben ser los ingredientes indispensables para que la mezcla entre tus hijos, mis hijos y nuestros hijos resulte exitosa.

¿Vives algo similar? Comparte tus tips para lograr la armonía familiar.

Con información de Revista Fernanda e Irene Moreno.

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