Sabemos que hoy en día es imposible encontrar alimentos que no contengan azúcar, finalmente nos rendimos y creemos que no hay otra cosa qué comer. Sabes el […]
Sabemos que hoy en día es imposible encontrar alimentos que no contengan azúcar, finalmente nos rendimos y creemos que no hay otra cosa qué comer. Sabes el daño que le ocasionas a tu cuerpo y sí hay de otra, no te sientas mal y aprende cómo decirle adiós al azúcar.
Pero, ¿qué tan malo es el azúcar, en realidad?
Pues bien, la investigación muestra que el azúcar refinada se asocia con aumento de peso, diabetes, artritis, cáncer, enfermedades del corazón, la osteoporosis, la enfermedad de Alzheimer y la depresión, entre otros. <- Ninguno de estos son cosas buenas.
Pero, vamos a aclarar una cosa arriba: En realidad no es azúcar, por sí mismo, que es el principal problema aquí.
Lo que no es bueno es que nosotros, hemos desarrollado una necesidad de las cosas más dulces y más dulces. Esto ha dado lugar a la elaboración de azúcar (jarabe de maíz de alta fructosa es decir, el azúcar granulada, azúcar moreno, y así sucesivamente) en lo que tenemos ahora en la mayoría de los alimentos envasados que hay.
PASO 1:
Lee las etiquetas de nutrición.
Esta es posiblemente la cosa más importante para hacerte cargo de los alimentos que estás por consumir. Para cualquier bebida, cereales, paquete, barra de energía, o lo que los alimentos preparados que compras en el supermercado, lee la etiqueta. Te dirá todo.
Otra forma muy fácil de detectar azúcar en las etiquetas de nutrición es mediante el reconocimiento del sufijo «ose». Así, cuando vea las palabras que terminan en-ose, como sacarosa, maltosa, dextrosa, fructosa, glucosa, galactosa, jarabe de maíz alto en fructosa, etc., hay una buena probabilidad de que es el azúcar.
Foto: oem
Paso 2:
Elige verdaderas fuentes de azúcar.
Existe azúcar en los alimentos enteros, como los frijoles, verduras y frutas. El azúcar nos proporciona energía y no es algo malo si se consume con moderación de los alimentos enteros y dentro de una dieta balanceada. Hay varias alternativas más saludables a la adición de edulcorantes para su comida. Son los siguientes:
El azúcar de palma de coco
Miel cruda
Jarabe de arce puro
Foto: Fundación Creo
PASO 3:
CUIDADO CON LOS edulcorantes artificiales.
No contienen calorías, sino que también no contienen ningún valor nutricional para que tu cuerpo quiera más y más de ellos. Todavía se está acostumbrado a los alimentos altamente endulzados y esto es lo que necesita para alejarse de los edulcorantes artificiales también pueden aumentar sus antojos de azúcar y carbohidratos y pueden agotar el almacén de su cuerpo de cromo, que es un nutriente crucial en el metabolismo del azúcar en sangre. Hay una razón por lo que el refresco de dieta es altamente correlacionado con el aumento de peso y la obesidad.
Foto: Huffpost Living
PASO 4:
Identificar el principal culpable.
Todos tenemos un tipo de alimento o bebida que es probablemente el más importante de todos los culpables de nuestra continua dependencia de azúcar procesada. Tal vez eres un bebedor de café dulce. Tal vez el amor al refresco. Tal vez te comes una barra de chocolate todos los días a las 2:30 pm para que puedas pasar la tarde en el trabajo. Es probable que éste sea uno de los culpables que te asusta tratar de dejar el azúcar procesada y de hacerlo para siempre. Es probable también que este sea uno de los culpables que está impidiendo alcanzar tus objetivos relacionados con la salud.
Cada cambio que hagas durante este proceso de dejar de azúcares procesados te ayudará con el siguiente cambio.
PASO 5:
Elimina las sustancias azucaradas de tu casa.
Todo se tiene que ir, si no lo haces a la semana te darás por vencida y tendrás que empezar de nuevo, es mejor que no tengas ninguna tentación. Si no lo tienes, no lo comes.
Donar, regalar o tirar a la basura todo el azúcar procesado desde tu casa. Eso significa que los cereales azucarados (e incluso muchos de los llamados cereales saludables que tú piensas que has adquirido), dulces, galletas, azúcar granulada, azúcar morena, jarabe de maíz alto en fructosa, etc No lo vas a necesitar más.
Foto: Gastromía & Cía
PASO 6:
Haz una transición.
El cambio puede ser muy aterrador y difícil para nosotras por comer, especialmente si tenemos en cuenta los años y años que probablemente has sido adicta a los azúcares refinados. Empieza poco a poco, tomar pasos de bebé, y mantenerte en movimiento hacia la eliminación de los azúcares refinados de tu dieta.
Tanto como es posible que desees tirar todo y hacerlo para siempre, que no es siempre la mejor opción, porque tenemos hábitos, rutinas y gustos. Todo esto será infeliz. Haz la transición gradual que ni siquiera sientes que estás trabajando para eliminar cualquier cosa.
Tu cuerpo y mente son capaces de cosas increíbles.
La queja que más escucho de las personas que han intentado dejar el azúcar es su queja de que nunca podrán disfrutar una dona, o un moka capuccino, o un refresco como antes pero al final esto es lo que les impide conseguir el peso que quieren alcanzar o metas en general.
Foto: Casa de poder
PASO 7:
El comienzo justo.
Vas a ganar control sobre tu salud y tu cuerpo.
Ganarás un nuevo aprecio por los azúcares naturales, como las manzanas, plátanos maduros, e incluso las zanahorias.
Ganarás un orgullo y confianza en tí misma y tu cuerpo
Vas a aprender formas nuevas y emocionantes para seguir disfrutando de los dulces, a través de la fabricación de helados utilizando sólo los plátanos, la experimentación con formas más saludables de azúcares más naturales, y disfrutar de la simplicidad de los alimentos y todos sus sabores variados.
Has reducido significativamente las posibilidades de obesidad, diabetes, cáncer, las enfermedades del corazón, y la depresión.
Y lo más importate, ¡le has dicho adiós al azúcar!
¿Cómo te has sentido?
Lee también:
