Para estar bien emocionalmente necesitamos un buen nivel de felicidad, confianza, consciencia de ti misma y resiliencia ante situaciones adversas. Las personas que tienen una buena salud emocional […]
Para estar bien emocionalmente necesitamos un buen nivel de felicidad, confianza, consciencia de ti misma y resiliencia ante situaciones adversas. Las personas que tienen una buena salud emocional son capaces de enfrentarse a los desafíos cotidianos.
¿Cómo saber si tienes buena salud emocional?
Cómo tratas a los demás
Ver a otros con compasión y tratar a todos con amabilidad es un sello distintivo de tu propio bienestar. Si ayudas a quien lo necesite – incluso si son cosas simples, como devolver una cartera perdida, sonreír a un extraño o preguntar a alguien si necesita ayuda- vas a ver un cambio a tu alrededor y en tu interior.
Autoestima
¡Todas tenemos defectos! Eso es una verdad irrefutable, como seres humanos nadie puede llegar a la perfección. Tratar de concentrarte menos en tus defectos -que a veces incluso los demás ni siquiera perciben- y concentrarte en tus características positivas y una buena actitud, van a hacer que tus días sean mucho menos pesados.
Flexibilidad
Las personas que están bien emocionalmente, tienen la habilidad de adaptarse a todas las situaciones que la vida nos presenta. Cuando eres capaz de analizar una situación con profundidad, puedes usar todos los factores para decidir cuál es la mejor forma de actuar.
Gratitud a los demás
Si tienes una buena salud emocional, es más probable que sientas y demuestres gratitud por las personas y las cosa en tu vida. Tener gratitud es una manera de ver la vida apreciando lo que tienes, en vez de enfocarte en lo que te falta.
Estar en contacto con tus emociones
Si puedes estar en contacto con tus emociones, ya sean tristeza, enojo, ansiedad, felicidad o miedo, es que probablemente tienes una buena salud emocional, ya que estas son una parte natural y normal de tu vida. Puedes reconocer y manejar tus emociones sin que lleguen a ser abrumadoras, y claro, puedes tener periodos de estrés pero puedes seguir adelante.
Tener objetivos de vida
Tener una vida productiva implica tener una pasión, misión o significado en tu vida. Esto pasa cuando usas tus fortalezas para enfocarte en algo en lo que creas. Puede ser siendo voluntaria en algo, relacionarte con la política o siendo parte de un grupo religioso, es decir contribuir a tu sociedad o entorno con algo positivo. Sin importar la causa, el ser parte de algo con lo que te conectes y que te importe tiene que ver mucho con tu estado emocional
Valorar lo espiritual más que lo material
Las personas que tienden a poner en alto la riqueza, popularidad o atractivo físico tienden a tener un peor estado emocional que aquellas que valoran la realización personal y ser de ayuda a los demás. Puede que tengas objetivos profesionales o financieros, pero también debes valorar el tiempo con familia y amigos. Trata de invertir también un poco en las experiencias, quizá ir a algún lado con amigos en vez de gastarlo en ropa o cosas materiales.
Equilibrio
Uno de los factores clave en la resiliencia es la capacidad de equilibrar el estrés y las emociones. La capacidad de reconocer las emociones y expresarlas adecuadamente ayuda a evitar quedarse atascado en la depresión, la ansiedad u otros estados de ánimo negativos.
Diversión
Una de las partes más importantes es divertirse. Puede que estés pasando por un mal momento, o no tengas un rumbo claro. En esos momentos el tener relaciones de amor y de apoyo ayuda a sentirse conectado y aceptado, y a promover un estado de ánimo más positivo, emocionalmente hablando.
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