No importa que tan ocupados puedan estar, compartir los alimentos no sólo trae un buen momento, sino también más cosas positivas especialmente para los niños… El ritmo […]
No importa que tan ocupados puedan estar, compartir los alimentos no sólo trae un buen momento, sino también más cosas positivas especialmente para los niños…
El ritmo de nuestras vidas puede ser realmente intenso, lo que hace difícil que toda la familia coincida y tenga tiempo de sentarse a comer juntos, sin embargo cuando esto se logra y se lleva a cabo con frecuencia sus beneficios son realmente importantes.
¿Quieres saber por qué vale la pena comer en familia? ¡Te lo contamos!
- Los niños parecen ser menos propensos a subir de peso si en las comidas en familia hay conversacioes agradables y se dan ánimos de forma positiva.
- Se abren puentes de comunicación entre padres e hijos.
- El ritual de compartir alimentos, refuerza la identidad individual y el sentido de pertenencia, que previene problemas de autoestima, autoconcepto, depresión y sentimientos de aislamiento.
- Se modelan, se construyen y se transmiten valores. Se establecen tradiciones familiares.
- Es un espacio que fomenta el desarrollo emocional, a través de vínculos de amor y protección, que apoyan la expresión de sentimientos.
- Los niños desarrollan destrezas sociales, verbales y de autocuidado. El orden y disciplina que implica el proceso de comer en familia genera mecanismos autorregulatorios, que ayudan en la escuela.
Con información de: Revista Fernanda
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