¿Quién no ha soñado con rebajar tallas mientras ingiere carne, embutidos, delicioso queso y hasta mantequilla? Esta fantasía es una realidad en la dieta Atkins, pero, ¿es […]
¿Quién no ha soñado con rebajar tallas mientras ingiere carne, embutidos, delicioso queso y hasta mantequilla? Esta fantasía es una realidad en la dieta Atkins, pero, ¿es tan bella como parece? Te contamos todo lo que debes saber.
El régimen de la dieta Atkins fue creado en 1972 por el médico estadounidense Robert Atkins, inspirado por las dificultades que experimentaban las personas para adelgazar. Su plan cobró notoriedad rápidamente porque promueve la ingesta de proteínas y grasas de origen animal, limitando en cambio la cantidad de carbohidratos complejos (granos, cereales, frutas y verduras) y evitando por completo los simples (dulces, refrescos, arroz y pan blanco).
El argumento de Atkins se basa en la idea de que, para el organismo, es más fácil quemar carbohidratos que proteínas, por lo que utiliza a los primeros como fuente de energía y almacena a las segundas como grasa. Por lo tanto, si consumimos una mayor concentración de proteínas y muy pocos carbohidratos, el único suministro de energía serán las reservas de tejido adiposo.
Seguro te preguntarás, ¿funciona? La respuesta es sí, la gente que ha seguido esta dieta sí consigue perder peso. Según el plan, podemos bajar de 2 a 4 kilos la primera semana, y de 500 g a 1 kilo las subsecuentes.
Ahora, el problema de esta dieta como sucede en muchas otras, es que no puede mantenerse por más de pocos meses, debido al aburrimiento por comer lo mismo y las afecciones a la salud por la falta de ciertos nutrimentos y el exceso de otros. Por lo tanto, la persona puede estancarse o recuperar el peso perdido más tarde que temprano.
PROS:
-Reduce el nivel de glucosa en la sangre.
-Se pierde menos masa muscular en comparación con las dietas bajas en grasa y proteínas.
-Las personas que se someten a ella reducen su deseo de comer dulces y azúcar.
-Si llevas al pie de la letra la dieta Atkins, los resultados de pérdida de peso se consiguen desde la primera semana.
-No existe limitación en la cantidad de alimento. Se puede comer tanto como se quiera, y por lo tanto no se pasa hambre.
CONTRAS:
-Comer gran cantidad de comidas con alto contenido graso por un período considerable de tiempo eleva los riesgos de sufrir enfermedades coronarias, diabetes, derrames cerebrales y varios tipos de cáncer.
-Al no ingerir suficientes frutas y verduras podemos presentar estreñimiento.
-Promueve la liberación de cuerpos cetogénicos (un tipo de acetona), generando un estado de cetociadosis en la sangre, que puede dañar las paredes del estómago y causa mal aliento.
-Si no tomamos agua suficiente podemos retener líquidos y dañar a los riñones, por la alta cantidad de cuerpos cetogénicos producidos por esta dieta.
-El no consumir carbohidratos puede ocasionar un desequilibrio nutricional, ya que el organismo necesita una alimentación balanceada que contenga el 60% de este grupo en la dieta diaria.
-Como le provee al cuerpo una gran cantidad de proteínas y muy poco de carbohidratos la producción de energía será lenta, por lo que sentirás fatiga en las primeras horas del día. Además, la falta de carbohidratos baja los niveles de serotonina, ocasionando depresión.
-El exceso de proteínas puede conducir a problemas del riñón por el aumento de ácido úrico.
-Expertos que se oponen a esta dieta han encontrado que lo que hace que se adelgace al seguirla es el poco aporte energético (casi 1,000 calorías diarias menos de las recomendadas), lo cual no garantiza que se conserve el peso perdido después de abandonarla.
FASES DE LA DIETA ATKINS
Inducción: Es el inicio, dura de dos a tres semanas y es donde más peso se pierde. Comprende de tres a cinco comidas regulares que deberán sumar aproximadamente 800 g de proteína alta en grasa y no más de 20 g de carbohidratos al día (lo equivalente al tamaño de 6 uvas).
Fase 2: Brinda una mayor libertad en la elección de alimentos, permitiendo comer más variedad de carbohidratos provenientes de frutos secos, frutas y cereales, subiendo su contenido 5 g cada semana según el listado específico de la dieta. Una vez que dejes de perder peso, debes restar 5 g a la cantidad de carbohidratos que completaste y esa sería la cantidad de carbohidratos netos ideal para ti.
Fase 3: Es el pre mantenimiento, que estipula continuar con el aumento de 10 g de carbohidratos cada semana siempre y cuando no subas de peso. Puedes elegirlos de una mayor variedad de alimentos.
Fase 4: Representa el mantenimiento y la idea es continuar con los hábitos adquiridos.
Veredicto:
Antes que nada, es importante es analizar tu estado de salud con un médico para ver si es viable o no que sigas una dieta alta en proteínas y grasa. En caso de que no exista ningún impedimento, es recomendable llevarla a cabo sólo por un corto periodo de tiempo, aprovechando la pérdida de peso inicial considerable que proporciona. Después de bajar los primer kilos este régimen no garantiza seguir bajando, así que puedes comenzar con otro plan menos intenso sin descuidar tu alimentación, para evitar el rebote.
Ahora que ya sabes mucho sobre la dieta Atkins, ¿la considerarías?
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