Por Rocío Río de la Loza, Health Coach. Una dieta pobre puede afectar de una forma negativa a la mente. Entre las consecuencias se encuentra la disminución […]
Por Rocío Río de la Loza, Health Coach.
Una dieta pobre puede afectar de una forma negativa a la mente. Entre las consecuencias se encuentra la disminución de la memoria y la reducción de la capacidad de atención y aprendizaje, así como cambios en el estado emocional y la forma de comunicarse e interactuar con los demás. Por esto, es importante alimentarnos de una forma saludable.
A medida que envejecemos experimentamos un deterioro cognitivo. Si no se ejercita, ni se cuida, el cerebro se vuelve más lento para el procesamiento de la información. Además, las señales enviadas desde los cinco sentidos se vuelven más débiles y se produce una reducción en la producción de sustancias químicas del cerebro.
Sin embargo, tener una dieta nutritiva, incorporar hábitos saludables y llevar un estilo de vida equilibrada puede ayudar a frenar este proceso natural.
A continuación, una lista de siete alimentos recomendables para nutrir tu cerebro de una forma saludable:
Por otro lado, es muy recomendable realizar ejercicio. Lo ideal es practicar un deporte aeróbico tres veces por semana durante 40 minutos y cuidar las horas de sueño. Además, también ayuda si reduces tu exposición a las neurotoxinas: elige productos de limpieza ecológicos, productos orgánicos y polvo para hornear libre de aluminio.
No te olvides de desafiar a tu cerebro con diferentes ejercicios. Puede ser armando un rompecabezas, haciendo malabares, memorizando la letra de una canción y haciendo uso de tu visión periférica (mirando al frente a un punto fijo, sin mover la cabeza y conscientemente poniendo atención a los objetos que están a ambos los lados, es decir, en un rango de 180 grados). Trata de aprender un nuevo idioma o tocar un instrumento. Incluso, socializar en una fiesta y visitar un museo son actividades adicionales que mantienen una mente activa.
Por lo tanto, para tener una vida saludable, es necesario trabajar para incorporar hábitos saludables. En este sentido, también es importante la educación de los más pequeños para que incluyan estas actitudes desde temprana edad para que luego te agradezcan de grandes.
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