Mucho hemos escuchado sobre la carne de cerdo, la mayoría en un tono negativas, pero ¿es todo eso cierto? Pues bien, aquí hay 7 cosas que no […]
Mucho hemos escuchado sobre la carne de cerdo, la mayoría en un tono negativas, pero ¿es todo eso cierto? Pues bien, aquí hay 7 cosas que no sabías de la carne de cerdo que es hora de que escuches.
Todavía hace 35 años, el cerdo era utilizado como proveedor de grasa para uso en la cocina y la producción de jabones, sin embargo, los ganaderos comenzaron a mejorar la crianza, la alimentación y los sistemas productivos, de modo que su aporte nutrimental fuera más proteína que grasa.
El 5% de la grasa que contiene se retira durante el proceso de corte, del resto el 70 % es poliinsaturada (de la misma naturaleza que la grasa del salmón o el atún), y sólo el 30 % es saturada, la cual se ha encontrado en investigaciones recimentes es más saludable que otras grasas como la margarina.
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De hecho, la grasa poliinsaturada ayuda a equilibrar los niveles de colesterol en la sangre, disminuye factores que favorecen la acumulación de grasa dentro de las arterias y obesidad. Los especialistas señalan que la cantidad de colesterol en el cerdo es igual o menor que en otro tipo de carnes.
De acuerdo con expertos nutriólogos, también depende del corte que se elija, algunos de ellos de carne de cerdo tinene nivelesas más bajos de grasa que algunos cortes de pollo. Por ejemplo, el lomo contiene sólo 5 gramos de grasa por cada 100 gramos de carne.
La carne de cerdo es rica en vitaminas B1 y B3, indispensables para el buen funcionamiento del corazón y del sistema nervioso. También contiene fósforo, lo que nos hace tener huesos fuertes a los huesos y les da energía a las células; potasio, ideal para personas que sufren hipertensión arterial; además de hierro y zinc.
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Recientemente el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía informó que la cisticercosis (una infección ocasionada por un parásito llamado Taenia solium) no se ocasiona por comer carne de cerdo mal cocida, sino que es resultado de infecciones externas o autoinfección.
Es una excelente opción para no dejar de consumir proteína proveniente de la carne y ahorrar sin sacrificar una buena nutrición.
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Con información de Revista del Consumidor y BBC