¿No sabes qué perfume elegir? Aprende a identificar el aroma perfecto según tu piel, estilo y rutina, y haz que dure más con estos consejos prácticos.
Elegir un perfume va mucho más allá de encontrar un aroma agradable; se trata de encontrar una esencia que refleje tu personalidad, complemente tu estilo y deje una impresión duradera.
Con tantas opciones en el mercado —desde fragancias florales hasta notas amaderadas o cítricas—, puede ser difícil saber por dónde empezar.
Aquí te dejamos tips clave para que elijas el perfume ideal según tu piel, tus gustos y hasta tu rutina diaria, sin caer en decisiones impulsivas.
No todos los perfumes reaccionan igual en cada persona, y mucho tiene que ver con el tipo de piel. Las pieles secas tienden a retener menos la fragancia, mientras que las grasas la fijan mejor.
Por eso, antes de enamorarte de un aroma en papel, pruébalo sobre tu piel y dale unos minutos para que evolucione. Ese tiempo revelará si realmente te queda y cuánto dura. Así evitarás decepciones después de comprarlo.
El perfume ideal no solo debe oler bien, debe oler a ti. Si eres de estilo fresco y natural, las notas cítricas o verdes pueden ser las adecuadas; si prefieres lo elegante, los aromas florales, especiados o amaderados te darán ese toque sofisticado.
Encontrar una fragancia que conecte con tu personalidad hará que la lleves con más confianza y se convierta en tu sello distintivo.
No se trata de rociar por todos lados: para que un perfume dure más, hay que aplicarlo en los puntos de pulso, como el cuello, muñecas y detrás de las orejas. Estas zonas emiten calor y ayudan a que la fragancia se libere poco a poco.
Además, evita frotar las muñecas después de aplicar, ya que eso rompe las moléculas del aroma. Un toque preciso puede hacer que tu fragancia acompañe todo tu día sin volverse invasiva.
Elegir un buen perfume no es cuestión de suerte, sino de conocerte, observar los detalles y saber cómo aplicarlo correctamente.
¿A qué huele Cazzu? Este es el perfume que usa ‘La Jefa’ del trap
Una fragancia puede convertirse en una extensión de tu identidad, en un recuerdo que dejas en otros o incluso en una forma de cambiar tu estado de ánimo.
Por eso, tómate el tiempo para encontrar esa esencia que realmente hable por ti y que permanezca contigo durante el día. Después de todo, un buen aroma no solo se lleva… se siente.