Tener buenas relaciones con tus colegas puede ayudarte a crecer profesionalmente y a generar un ambiente laboral más agradable; descubre cómo conectar con ellos de forma sencilla. […]
Tener buenas relaciones con tus colegas puede ayudarte a crecer profesionalmente y a generar un ambiente laboral más agradable; descubre cómo conectar con ellos de forma sencilla.
Hay gente en nuestro entorno laboral con la que naturalmente nos llevamos de maravilla. Casi siempre son personas con las que compartimos algo muy claro, sea la pasión profesional, el sentido del humor, la filosofía de la vida o el gusto por los chilaquiles de los viernes.
En cambio, hay otros con los que simplemente hacemos corto circuito. Existe una barrera que nos impide hacer click o conectar con ellos y que de algún modo dificulta el trabajo en conjunto. Rick Kirschner habla en su libro El factor click, de Editorial Océano, cómo conectar precisamente con esas personas. Porque aunque te digas a ti misma que vas a la oficina a trabajar y no a hacer amigos, lo cierto es que tu vida laboral sería infinitamente más sencilla si tuvieras un relación cordial y empática con ellos.
Básicamente, cuando no sentimos afinidad con alguien en el trabajo o en cualquier otro escenario es porque asumimos que esa persona es totalmente diferente a nosotros. «Ése(a) no es como tú», nos dice el inconsciente. Sin embargo, es posible encontrar alguna similitud que nos lleve al click con todo el mundo. Sí, hasta con ese ser maligno de contabilidad que no te paga a tiempo tus comisiones.
Claves para el click
Para conectar con alguien, lo primero que debemos hacer es olvidarnos de todos los prejuicios que tenemos sobre esa persona. Durante cinco años has cultivado la idea de que tu jefe fue parido por Satán, pero nunca es tarde para comenzar a darle el beneficio de la duda, ¿no? Limpia tu mente de toda experiencia pasada y date la oportunidad de conocer a tus colegas non gratos como si te los acabaran de presentar. Ya con tu percepción renovada, lo que sigue es esto:
1. Intégrate con la otra persona
Presta atención a tu compañero: ¿cómo habla?, ¿cuáles son los temas de conversación que le emocionan?, ¿su comunicación no verbal es cerrada (brazos cruzados, cuida su espacio vital) o abierta (te toca cuando hablan, no le molesta la cercanía)?
Una vez que identifiques estos rasgos, explótalos cuando tengas una conversación con esa persona. Supón que a Laurita le encanta cuidar su alimentación (lo sabes porque siempre la ves comiendo ensalada). Tal vez pienses que no tienes nada de que hablar con ella, pero su interés en la buena nutrición te da el pretexto perfecto para tener una charla casual que puede derivar en un mejor entendimiento laboral.
Lo mismo aplica cuando tienes un colega frío y cuadrado. Si lo abordas con una actitud jovial y escandalosa vas a hacer corto circuito con él. Lo mejor es hablarle en un tono serio y respetando límites. No invadas su espacio vital, cruza los brazos si él los tiene así y ve al grano en lo que quieres decirle. Sé cordial, pero sintoniza con su forma de ser para que se sienta cómodo interactuando contigo.
2. Escucha y comprende
La mayoría de la gente no escucha, ¿No te pasa que cuando estás platicando con alguien, a veces sólo quieres que se calle para comenzar a hablar tú? Esa es una actitud totalmente peleada con el click.
Prestar atención al otro cuando habla es bá-si-co. «Qué obvio», dirás, pero la escucha atenta es menos común de lo que piensas. Una forma casi infalible de echarse a cualquiera en el bolsillo es escuchándolo, preocupándote por lo que tiene que decir y tratando de entender lo que te está compartiendo. Puede tratarse de un tema laboral o personal, eso da lo mismo.
Supón que uno de tus colegas está muy estresado por el trabajo y empieza a quejarse contigo. Ante una situación como ésta, lo más fácil es contestar «sí, está cañón», y volver a tu computadora ignorando sus sentimientos. ¿Quién tiene tiempo para escuchar que Joaquín está lloriqueando, verdad? Sin embargo, al darle el avión te pierdes una gran oportunidad para conectar con él. Claramente busca desahogarse y tú puedes ser esa persona increíble que lo escuche. ¿Por qué hacerlo? Porque después de eso su relación mejorará y serás más importante para él que antes.
Generalmente la gente quiere verse muy profesional y niega que las cuestiones personales (como caerle bien a tu jefe) influyan en el ámbito laboral; pero cualquier persona franca te dirá que si tiene que elegir entre despedir a un empleado que no le simpatiza y otro con el que hace click, votará por el primero sin pensarlo demasiado. Es algo como las nominaciones en la casa de Big Brother.
Otras claves para hacer click con nuestros compañeros de trabajo son: ser atenta y comunicarte adecuadamente, los cuales exploraremos en la segunda parte.
Colaboradora: Guadalupe Flores para la revista Fernanda.
Fotos: Shutterstock
Fuente: Rick Kirschner. El factor click. Editorial Océano.
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