Si alguna vez has tenido un excelente jefe, sabes que puedes aprender muchísimo de las cosas que hacen para crecer profesionalmente… y también de las que no […]
Si alguna vez has tenido un excelente jefe, sabes que puedes aprender muchísimo de las cosas que hacen para crecer profesionalmente… y también de las que no hacen. Aquí vas a encontrar 4 ejemplos de las cosas que tú tampoco deberías hacer.
1. No escribas mails eternos
¿Alguna vez le has escrito un correo largo a tu jefe y te ha respondido sólo con una palabra? Bueno pues no es el único. Es difícil captar la atención de la gente ocupada y si les cuentas toda una historia, realmente nadie te va a leer. Tú tampoco pierdas el tiempo, sé concreto en lo que escribes y obtendrás mejores resultados en lo que solicitas.
2. No tengas miedo de opinar
Lo más seguro es que tu jefe no haya logrado obtener el puesto en el que está siendo pasivo. En algún momento debió de expresar sus ideas y de aportar grandes cambios a algún proyecto que estaba en marcha. No seas introvertido y si tienes buenas ideas, expréselas.
3. No tomes un «no» como un «nunca«.
La perseverancia es la clave para lograr lo que te propongas. Nadie obtiene un «sí» fácilmente. Si lo que te dicen es que no, sigue intentando hasta que esto cambie.
4. No te olvides de la competencia
Los jefes siempre tienen en mente qué deben de hacer para mantener a sus compañías en la cima a pesar de que la situación en el mercado vaya cambiando. Esto hará a la compañía distinta a su competencia y tendrá un valor agregado. Aprende a identificar qué puedes hacer tu para contribuir a la diferenciación de la compañía en donde te encuentres laborando. Busca ser diferente a tus demás compañeros y así serás la primera opción cuando surjan nuevas oportunidades.
Aprende todas las cosas que tu jefe hace y no hace y seguramente muy pronto tú estarás en la misma posición. ¡Cuéntanos tus resultados!
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