Ser Godínez no está mal. Las mayoría de nosotros lo somos. Sin embargo, hay algunos especímenes dentro de la oficina que son simplemente insoportables y nos caen […]
Ser Godínez no está mal. Las mayoría de nosotros lo somos. Sin embargo, hay algunos especímenes dentro de la oficina que son simplemente insoportables y nos caen terrible. Aquí te va la lista de los 16 tipos de Godínez que todos odiamos (y tal vez hemos sido alguna vez).
1. El que no coopera para el pastel de cumpleaños. Nos cae terrible porque siempre come una rebanada (y hasta dos), pero la hora de pedirle los $25 de cooperación voluntaria, siempre te dice que te los da al rato y ese rato nunca llega…
2. El que tapa el baño. A todos les puede pasar, peeeero, un baño tapado puede alterar el buen funcionamiento y tranquilidad de toda la oficina. Un Godínez consciente jamás haría del 2 en el trabajo. Sorry.
3. El que apesta el microondas. Compartimos un mismo microondas, así que los olores de los diferentes tuppers se tienen que mezclar, sin embargo, odiamos a ese Godínez que se atreve a llevar mole, cochinita pibil y atún a la vizcaína al trabajo. Esos olores son imperdonables.
4. El escandaloso. Siempre hay uno así. No se da cuenta que hace tanto ruido con su risa y comentarios que simplemente no te permite trabajar. Quisieras matarlo…
5. Las comadres. Son dos o tres mujeres que no paran de hablar todo el día de cuestiones que no tienen nada que ver con el trabajo. No sólo interfieren con la productividad del resto, sino que siempre se quejan de que no les alcanza el tiempo para nada… ¿por qué será?
6. El renegado. Odia trabajar en la empresa y lo demuestra en todos sus comentarios. Sólo habla de lo poco que pagan, lo estúpidos que son los jefes, las malas condiciones laborales, etc. Puede que tenga razón en algunas de las cosas que dice, pero llega a ser cansado escucharlo.
7. El acosador. Es muy amable con todas las mujeres de la oficina, les hace piropos y tiene detallitos con ellas, así que bien podría ser una persona muy amable o (lo más probable) un libidinoso de primera. Asusta… mucho.
8. El chismoso. Lo que sentimos por esta persona (que puede ser hombre o mujer) es ambivalente. Por un lado, nos encanta escuchar sus chismes y la verdad es que está muy bien enterado de todo lo que pasa en la empresa, pero por el otro, es imposible confiar en que no cuente cualquier confidencia que le compartas. Es un Godínez nefasto y a la vez muy divertido.
9. El dos caras. Sabes que seguro habla mal de ti porque lo has escuchado hablar mal de todo el mundo. Un día es amigo de un grupo y meses después de otro. Puede ser muy perjudicial para un equipo de trabajo.
10. El sabelotodo. Si este Godínez de verdad lo supiera todo podría ser de mucha utilidad en la oficina, sin embargo, opina de cosas que no tienen nada que ver con su trabajo y no siempre (más bien casi nunca) dice cosas sensatas. Puede ser muy fastidioso.
11. El barbero. Es clarísimo que adula al jefe y esto es muy molesto, sobre todo porque nunca hará equipo con sus colegas para pedir algún beneficio grupal. Lo más importante para él (o ella) es ser el consentido del CEO.
12. El llevado. Cuando estás con él o ella sientes que sigues en la preparatoria. Se lleva súper pesado con todos, aunque nunca le hayan dado motivo para tal cosa. Lo odias secretamente, pero tienes que hacer como que te cae bien para que no te agarre de bajada.
13. El rasca quincenas. La quincena nunca le alcanza y un par de días antes del siguiente pago, su situación es miserable. Esto no te afecta a menos que te pida prestado, pero incomoda verlo sufrir y no te explicas por qué no logra administrarse.
14. El cortado. No hay fiesta de oficina, salida de viernes ni evento fuera de horario laboral al que asista. Es claro que prefiere hacer cualquier cosa antes que pasar tiempo con sus colegas y por eso es súper odioso.
15. El mandón. Si de un jefe cae mal que te esté dando órdenes todo el tiempo, mucho más de alguien que no es tu jefe, pero que cree que tiene autoridad sobre ti. Este Godínez simplemente es insoportable.
16. El cerdo. Pocas cosas son peores que tener que compartir la oficina con alguien sucio, ya sea porque su lugar es un tiradero o porque sus propios hábitos de higiene son deficientes (huele mal, le apesta la boca, no se baña). Soñamos con que esta persona renuncie y nos libre de su hedor…
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