La potomanía y la vigorexia son igual de graves que los otros trastornos alimenticios.
En el mundo de los trastornos alimenticios, a menudo se habla de la anorexia y la bulimia como los más comunes. Sin embargo, existen otros trastornos menos conocidos que también pueden afectar gravemente la salud física y mental de las personas. Aquí hablaremos de dos de ellos: la potomanía y la vigorexia.
¿Qué son los trastornos alimenticios?
Los trastornos alimenticios son un grupo de enfermedades mentales graves que se caracterizan por una relación distorsionada con la comida y el peso corporal. Estas enfermedades pueden afectar gravemente la salud física y mental de las personas que las padecen, e incluso pueden ser mortales.
Potomanía: la adicción al agua
La potomanía, también conocida como dipsomanía o polidipsia psicogénica, es un trastorno caracterizado por la ingesta excesiva de agua, que puede llegar a ser de hasta 10 litros diarios. Las personas con potomanía suelen tener una necesidad constante de beber agua, incluso cuando no tienen sed. Esto puede provocar una serie de problemas de salud, como hinchazón, desequilibrios electrolíticos e incluso insuficiencia cardíaca.
Las causas de la potomanía no se conocen del todo, pero se cree que pueden estar relacionadas con factores psicológicos como el estrés, la ansiedad o la depresión. También puede ser un síntoma de otras condiciones médicas, como la diabetes insípida o la diabetes mellitus.
El tratamiento de la potomanía generalmente consiste en terapia psicológica para abordar las causas subyacentes del trastorno. En algunos casos, también puede ser necesario tratamiento médico para controlar los problemas de salud asociados con la ingesta excesiva de agua.
Vigorexia: la obsesión por la musculatura
La vigorexia, también conocida como dismorfia muscular o trastorno dismórfico muscular, es un trastorno caracterizado por una preocupación excesiva por el tamaño y la definición muscular. Las personas con vigorexia suelen verse a sí mismas como demasiado delgadas, incluso cuando tienen un cuerpo muy musculoso. Esto puede llevarlas a realizar ejercicio de forma compulsiva, seguir dietas restrictivas y consumir suplementos peligrosos.
Las causas de la vigorexia no se conocen del todo, pero se cree que pueden estar relacionadas con factores psicológicos como la baja autoestima, la imagen corporal distorsionada o el miedo al fracaso. También puede ser un síntoma de otros trastornos mentales, como el trastorno obsesivo-compulsivo o la anorexia nerviosa.
El tratamiento de la vigorexia generalmente consiste en terapia psicológica para abordar las causas subyacentes del trastorno. En algunos casos, también puede ser necesario tratamiento médico para controlar los problemas de salud asociados con el ejercicio excesivo o el consumo de suplementos.
Es importante recordar que los trastornos alimenticios son enfermedades graves que pueden tener consecuencias devastadoras para la salud física y mental. Si crees que tú o alguien que conoces puede tener un trastorno alimenticio, es importante buscar ayuda profesional.
Existen muchos recursos disponibles para las personas con trastornos alimenticios, como líneas de ayuda, grupos de apoyo y centros de tratamiento.