El mindfulness es una herramienta muy poderosa para sentirte bien.
El contacto cero puede ser una herramienta poderosa para superar una ruptura dolorosa y avanzar en tu proceso de sanación. Sin embargo, mantener la abstinencia durante este período puede ser un desafío, especialmente si todavía sientes emociones fuertes por tu expareja. Aquí es donde la práctica de mindfulness puede ser de gran ayuda. El mindfulness te permite enfocarte en el presente, observar tus pensamientos y emociones sin juzgarlos, y desarrollar una mayor autocompasión.
La técnica de mindfulness para la abstinencia se basa en tres pasos principales:
1. Reconocer tus desencadenantes
El primer paso es identificar las situaciones, personas o lugares que te despiertan la tentación de romper el contacto cero. Puede ser ver una foto de tu expareja en las redes sociales, escuchar una canción que solían escuchar juntos o pasar por lugares que frecuentaban juntos.
2. Observar tus emociones
Una vez que hayas identificado tus desencadenantes, es importante que observes tus emociones sin juzgarlas. No trates de reprimirlas ni de negarlas. Simplemente observa cómo surgen y desaparecen, como si fueran nubes en el cielo.
3. Practicar la aceptación
El tercer paso es aceptar tus emociones como parte del proceso de sanación. Recuerda que es normal sentir tristeza, ira, nostalgia y otras emociones después de una ruptura. Aceptarte significa no luchar contra tus sentimientos, sino permitirte sentirlos sin juzgarte.
Aquí hay algunos ejercicios específicos que puedes practicar para aplicar la técnica de mindfulness durante el contacto cero:
La práctica de mindfulness requiere paciencia y perseverancia. No te desanimes si no ves resultados inmediatos. Es importante que seas compasiva contigo misma. No te castigues por tener pensamientos o emociones «negativos».
Si te resulta difícil practicar la mindfulness por tu cuenta, puedes buscar un terapeuta o un grupo de apoyo que te guíe.
La técnica de mindfulness puede ser una herramienta valiosa para ayudarte a superar una ruptura dolorosa y a avanzar en tu proceso de sanación. Recuerda que eres fuerte y que puedes lograrlo.