Un enfoque integral es la mejor opción.
Aunque en la actualidad la conversación ya está abierta y sabemos que el peso no es el único indicador de nuestro bienestar y felicidad, aún falta mucho por erradicar del todo el enfoque en él. Si tú sientes que estás demasiado concentrada en él, estas estrategias pueden ayudarte a redirigir tu energía hacia otros aspectos enriquecedores de tu vida.
En lugar de centrarte exclusivamente en lo que dice la báscula como una señal de felicidad, salud o bienestar, comienza por construir hábitos que te hagan sentir bien, como disfrutar de una alimentación equilibrada, hacer ejercicio que realmente disfrutes o cuidar tu salud emocional. El bienestar integral es más importante que un número.
Cada cuerpo es único y compararte con aquellos que ves en redes sociales o con estándares irreales que están tan normalizados afecta la autoestima de cualquiera. En lugar de eso, reconoce tus progresos personales y celebra tus logros, sin importar cuán pequeños parezcan.
Aprende a escuchar tus necesidades. Si tienes hambre, come. Si estás cansado, descansa. Ignorar estas señales puede llevar a un desequilibrio físico y emocional. La clave está en sintonizar con lo que realmente necesita tu cuerpo.
Aunque esto puede parecer muy superficial, son pequeños pasos que aunados a tener a las personas adecuadas en tu vida, que te valoren por quién eres, no por cómo luces y además buscar ayuda profesional si lo necesitas, ya sea de un psicólogo, terapeuta o nutriólogo, puede ser una excelente manera de identificar patrones poco saludables y desarrollar estrategias para cambiarlos.
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