Cómo planear el lunch de los hijos

Mandarles un refrigerio sano a los niños es mucho más importante de lo que crees, pues esto ayudará a mejorar el rendimiento académico, a tener un estado de ánimo óptimo, y en general a tener una alimentación sana y equilibrada aunque no estén en casa. Mira cómo planear el lunch de los hijos.

Cómo planear el lunch de los hijos es algo fundamental que debes aprender. Considera que la comida chatarra, procesada y carente de nutrientes no causa efecto neutro, sino todo lo contrario. Los altos niveles de azúcar, químicos, ingredientes artificiales, hacen de la concentración y el estudio una tarea muy difícil, además la realidad es que no les permiten rendir y estar a su máximo potencial. Al contrario, ingerir alimentos como golosinas, les dará una sensación de pesadez pues disminuirá su energía y los pondrá de mal humor. Nuestro cerebro necesita nutrientes, vitaminas y minerales para funcionar correctamente, por lo que comer una dona de chocolate no ayudará a lograrlo.

Foto: www.wholesomefoodsservices.com

Pensando en que muchas veces las mañanas son caóticas y llenas de estrés, además de entender que las opciones saludables muchas veces pueden sonar un poco complicadas o aburridas para los pequeños de la casa, te comparto algunos tips para que tus hijos lleven un lunch nutritivo a la escuela y puedas tomarte unos minutos de descanso al día.

• Planea con tiempo. Cada semana haz una lista de lo que quieres preparar para la siguiente, así cuando te pongas a cocinar, tendrás todos los ingredientes a la mano.

• Involúcralos en el proceso. Haz que los niños colaboren en el proceso de planeación y dales opciones (todas sanas) para que ellos sientan que también tienen control en su menú. Y si se puede, también que ayuden en la preparación. Además de pasar tiempo juntos, desde pequeños aprenderán a nutrir a su organismo.

• Adelántate. Trata de cocinar un día antes o si te es posible prepara el lunch durante el fin de semana, con ello, únicamente tendrás que servirlo y empacarlo el día que lo vas a usar. 

• Nunca sin desayuno. No dejes que tus hijos se vayan a la escuela sin desayunar, y procura que esta comida incluya alguna proteína. Evita las calorías vacías porque sólo provocan que los niños tengan hambre más rápido. 

• Evita jugos empacados. Nos han tratado de vender la idea de que los jugos empacados son nutritivos y cuentan con la fruta necesaria dentro de la dieta de los niños. La verdad es que los jugos, si no son hechos en casa y recién exprimidos o extraídos, es mejor evitarlos. El agua simple sigue siendo siempre la mejor opción. Otra idea divertida y saludable puede ser infusiones o aguas de sabores.

• Frutas y verduras. Siempre inclúyelas, puedes hacer perlas de melón o sandía; cubitos de piña; rebanadas de manzana o pera; zanahorias, jícamas y/o pepinos con limón y sal; rebanadas delgadas de pimientos morrones de colores, en fin, hay muchas opciones deliciosas. La idea es ir experimentando con el paladar de tus hijos y juntos ir descubriendo los sabores y combinaciones que más disfruten.

Una vez que pongas en marcha estos tips, es momento de impulsar de manera divertida el deseo de tus hijos por comer mejor, para ello, puedes enseñarles la relación entre el parecido de la fruta o verdura con las partes de su cuerpo, así como los beneficios de todos los nutrientes que quieres para él. Por ejemplo: una rebanada de zanahoria contiene altos niveles de vitamina A, la cual le ayudará para la vista. Un apio tiene la forma de los huesos, y no por casualidad, contiene altos niveles de calcio junto con otros nutrientes que son maravillosos para los huesos.

Foto: www.thehealthcloud.co.uk

LA HIDRATACIÓN TAMBIÉN ES IMPORTANTE

Hay muchas buenas razones para que tus hijos tomen agua pura y aunque muchos están acostumbrados a otras bebidas con sabor, como leche, refrescos, jugos, y aguas de sabores azucaradas, ninguna de estas cumple con las funciones que el líquido vital tiene en el cuerpo humano.  Por ello, te doy algunos beneficios que tiene el agua pura para que puedas compartir con tus hijos:

1. Cuando estás deshidratado te sientes cansado y tu cuerpo no puede trabajar bien. Cuando estás bien hidratado puedes correr más rápido, brincar más alto y tener más fuerza en los músculos, los cuales están formados de un 79% de agua.

2. Las células de nuestro cerebro están conformadas por una cantidad considerable de agua; beber líquidos nos asegura que obtendrán la cantidad de oxígeno que necesitan para funcionar correctamente. Asimismo, también se intensifican nuestras funciones cognitivas, mejora nuestra concentración y nuestro estado de alerta.

3. El agua limpia tu organismo, ayuda a eliminar la ‘’basura ‘’ o las toxinas que hay en ella y también ayuda a prevenir el estreñimiento.

4. Tomar agua ayudará a controlar la ansiedad y las ganas de comer de más. Muchas veces cuando tienes ganas de algo dulce, en realidad tienes sed. Esto se debe a que tu cerebro confunde la deshidratación con la sensación de hambre, así que un vaso de agua puede ser la solución.

5. A menudo, cuando tenemos dolor de cabeza o incluso migraña, la razón puede ser que no estamos bien hidratados; ya que la deshidratación le pone tensión innecesaria a tu corazón para que bombee la sangre a todas las células del cuerpo. Como consecuencia, tenemos fatiga y estrés que limitan nuestro rendimiento físico. Por eso te recomiendo que la próxima vez que te sientas con alguno de estos malestares, tomes un gran vaso con agua.

Para todas las mamás que al igual que nosotras trabajan, hacen tareas, están ocupadísimas, pero al mismo tiempo desean saber que quieren saber más sobre cómo planear el lunch de los hijos, Placeres Orgánicos desarrolló un programa con recetas fáciles, divertidas, saludables e ideales para refrescar nuestras ideas, intentar cosas nuevas, compartir, probar y hacer juntos una comunidad que entienda lo importante que es nutrir a nuestros niños, se trata de LUNCHBOX . Para descargarlo solo entra Placeres Orgánicos y busca el programa.

Otras notas que te interesan:
–Lunch nutritivo y práctico para regreso a clases
–Recetas para el lunch de los niños: prácticas y saludables