Si eres de estómago sensible, ¡no leas esta nota, jaja! Porque estamos a punto de presentarte 10 cosas asquerosas que haces sin darte cuenta. Vivir es increíble, hasta […]
Si eres de estómago sensible, ¡no leas esta nota, jaja! Porque estamos a punto de presentarte 10 cosas asquerosas que haces sin darte cuenta.
Vivir es increíble, hasta que tenemos que convivir con los malos olores, pelos y excreciones propios y de las demás personas. No creerás estas 10 cosas asquerosas que haces sin darte cuenta.
1. Diez segundos de beso con lengua son suficientes para intercambiar cerca de 80,000 bacterias con tu pareja.
2. Cuando te quitas una lagaña, estás deshaciéndote de una mezcla de moco, glóbulos rojos, piel y polvo.
3. Comer de la bandeja de comida del avión es algo de lo más asqueroso que puedes hacer. Muchas mujeres cambian ahí a sus bebés y rara vez las desinfectan. Pero ¿qué otro remedio, no?
4. Cuando te untas crema con lanolina básicamente estás poniéndote el sudor de algún animal, como una oveja. Eso, además de asqueroso, ¡es muy triste!
5. Si te gusta la comida rápida, es probable que consumas alrededor de 12 pelos púbicos al año.
6. A menos que tu cepillo de dientes esté a dos metros o más del escusado, sin duda está repleto de bacterias, como E.Coli.
7. Si compartes tus audífonos, más que cera, estás compartiendo bacterias y gérmenes, muchos, ¡muchísimos!
8. Sabemos que eres fan de los gatos, pero abrazar a un es muy antihigiénico considerando que sus patas se pasean por la caja de arena, que tiene pipí y excremento. Algo similar puede ocurrir con tu perro, que sale a la calle y el parque.
9. Si te encanta ir al baño y llevar tu taza de café, debes saber que estás consumiendo muchísima materia fecal.
10. Diario inhalas alrededor de un litro de gases de otras personas. ¡Agh!
Algunas de estas cosas asquerosas que haces sin darte cuenta son inevitables. ¡Horror! Pero ¿que sería de la vida sin un poco de bacterias y mal olor?
Tomado de Buzzfeed.
Otras notas que te interesan:
–LOL: 5 libros de humor (y sarcasmo) para morirse de risa
–Las únicas 7 cosas que podemos controlar en la vida