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Testimonio: “Luchar y sonreír me salvó”

Por: Mujer de 10 16 de Julio
Testimonio: “Luchar y sonreír me salvó”
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Enfrentar el cáncer con optimismo no sólo ayuda a encontrarle sentido a la enfermedad, sino a que el tratamiento sea más efectivo. El testimonio de Barby nos […]

Enfrentar el cáncer con optimismo no sólo ayuda a encontrarle sentido a la enfermedad, sino a que el tratamiento sea más efectivo. El testimonio de Barby nos lo demuestra.

Antes de saber que Barby era Barby, la vi pasar frente a mí con paso acelerado. Quedamos de vernos en un congreso sobre cáncer en el Centro Médico Siglo XXI para escuchar su testimonio, y mientras la esperaba junto a la mesa del café, observé a una atractiva mujer que llevaba una pañoleta en animal print sobre la cabeza y caminaba hacia la salida. Seguí su andar con los ojos y pensé que se veía muy linda. Era Barby, pero no lo supe hasta que regresó sobre sus pasos y me hizo una señal con la mano.

testimonio

¡Ella es Barby!

Esta mujer de 48 años es la clase de persona que llama la atención. Todo en ella es alegría: su manera de vestir, la intensidad de su lápiz de labios, sus uñas pintadas de rosa y sus ojos adornados con largas pestañas postizas. Quienes la conocen por primera vez y la miran sonreír, no podrían adivinar que fue diagnosticada con un cáncer incurable.

INICIA LA LUCHA

En octubre del año pasado, Barby acudió al Hospital General porque tenía dolor en los senos. «Me hicieron muchos estudios y me confirmaron que era cáncer de mama. Me había dicho que estaba en una etapa 2 B, pero cuando entregaron los resultados de mi anagrama óseo, la doctora me dijo que tenía metástasis en los huesos. Había pasado a una fase 4, a un nivel donde ya no tengo cura».

Judith Miñón (su nombre real) siente ganas de reír y cantar a pesar de su enfermedad. Al principio se sintió enojada, triste y con miedo, pero pronto se dio cuenta de que sólo saldría adelante si cambiaba de actitud. «Cuando empecé con la primera quimioterapia me cayó el veinte de que me tenía que poner los guantes para luchar. El pronóstico fue bastante malo, pero aun así yo dije “no lo voy a aceptar”».

«Desde el momento del diagnóstico debes considerar que eres una sobreviviente, que lo vas a superar, que vas a estar bien y que vas a continuar con tu vida. Tener esa mentalidad te cambia por completo; sin embargo, te puedo decir que de las mujeres que nosotros atendemos, el 90% piensan que cáncer es igual a muerte. Por eso en el grupo de apoyo tratamos de educar a las enfermas, de decirles que la quimioterapia y los tratamientos han cambiado, han mejorado y ya no es lo mismo que hace años. Ahora tienen más oportunidades», me explica Elizabeth Lavín, fundadora de Oncoayuda.

En diciembre de 2014, Barby comenzó un tratamiento de veinte quimioterapias para tratar su cáncer de mama. «Decidí echarle todos los kilos del mundo y sorprendentemente empecé a irme para arriba. Tenía un tumor muy grande del tamaño de una naranja de nueve centímetros y otros dos tumores. Hace tres meses me revisaron y resulta que ya no tengo nada en la mama. Los doctores se sorprendieron mucho; en clínica del dolor me dijeron que no era común que pasara algo así».

testimonio pensar positivo

Foto de Shutterstock

CÓMO PENSAR POSITIVO SÍ AYUDA

Es posible que el optimismo de Barby haya contribuido a los asombrosos resultados de su tratamiento. Cada vez son más los profesionales de la salud que aceptan que las emociones y actitudes juegan un papel importante en la curación del cáncer. La interconexión entre los procesos mentales y el funcionamiento de nuestro organismo es un hecho; se ha demostrado que el estrés y la angustia alteran la actividad del sistema inmunológico, así que para ayudar al cuerpo a sanar, es fundamental tener emociones y pensamientos positivos.

 El pesimismo enferma

 -Cuando tenemos miedo o estamos estresadas, las células killer (cuyo objetivo es defendernos de las células tumorales) sufren una disminución.

-El estrés emocional inhibe la producción de interferón, la proteína que estimula el sistema inmunológico.

-Sentir angustia altera la actividad de los linfocitos, encargados de producir anticuerpos.

-Existe una correlación entre la ansiedad y la intensidad de síntomas desagradables del cáncer, como náuseas, dolor, fatiga y pérdida de apetito.

Cuando Barby acude a recibir su tratamiento es cuando más se arregla. Dice que ir a la quimioterapia es como ir a la fiesta porque sabe que gracias a ella está recibiendo vida. A muchas pacientes del Hospital General les causa curiosidad y admiración su actitud. «En mi penúltima quimio una señora me dijo: “te tengo que felicitar. Con tu forma de vestir y tu arreglo nos motivas, haces que de verdad una quiera vivir”».

NO ES “POR QUÉ A MÍ”, SINO “PARA QUÉ”

Inspirar y animar a otras enfermas de cáncer se ha convertido en una vocación inesperada para esta guerrera. Es normal verla rodeada de personas cuando visita el hospital y se preocupa genuinamente por ayudarlas a sentirse mejor. «El cáncer para mí, lejos de verlo como una enfermedad que podría odiar y de la que podría decir “maldito cáncer”, más bien es una bendición porque gracias a él me hice todavía mejor ser humano».

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Uno de sus pasatiempos es tocar la guitarra.

«Las enfermas se preguntan “por qué me dio cáncer”, pero en Oncoayuda les decimos que esa no es la pregunta correcta. Lo que hay que preguntarse es para qué; ¿para qué te tocó vivir esto? ¿para qué te tocó ser diagnosticada a ti? Cuando empiezas a reflexionar y a hacer este análisis de tu vida, encuentras unas respuestas muy padres y empiezas a entender que todo tiene un propósito, te vuelves más positiva.  A lo largo de los años hemos visto que el cáncer siempre trae un aprendizaje, siempre deja una huella importante», comparte Elizabeth Lavín.

El tratamiento de Barby continúa. Aún le falta recibir radiación en la espalda y más ciclos de quimioterapia para atacar su cáncer en los huesos. Le pregunto qué piensa hacer cuando se recupere y me dice que prefiere enfocarse en el presente. «Creo y tengo mucha fe en que así como fue con los tumores en el seno, pase lo mismo con la metástasis. Por ahora trato de disfrutar mi tiempo al máximo porque sé que no gano nada con preocuparme. ¿Qué podría ser peor que un diagnóstico como el que me dieron? Puedo decirte que el cáncer me hizo vivir el hoy como si fuera el último día, así lo tomo porque podría serlo, pero no sólo para los que estamos enfermos, sino para todo el mundo».

Como Barby, tú también puedes vencer el cáncer de mama con optimismo, voluntad y ganas de luchar. Recuerda que no está sola…

Dónde recibir ayuda emocional

Grupo Reto
Los martes de 11 am a 3 pm ofrecen apoyo psicológico en una sesión abierta.
Benjamín Franklin 64, colonia Escandón. Tel: 52 77 78 74

Oncoayuda
Brindan apoyo emocional los miércoles de 10:30 am a 12:00 pm
Chilpancingo 114, int. 204, colonia Roma Sur. Tel: 044 55 43 73 58 24

Fuentes: Elizabeth Lavín, fundadora y directora ejecutiva de Oncoayuda A.C.

Cecilia Pérez Fernández del Castillo, vocal de mesa directiva y voluntaria de Grupo Reto. Almudena Prieto Fernández. Psicología Oncológica. Revista Profesional Española de Terapia Cognitivo Conductual. Lilián Fierro Estrada, licenciada en Psicología, especialista en Medicina Conductual.

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