Las varices son venas hinchadas que aparecen de color azul o morado oscuro. Las venas tienen en su interior válvulas pequeñas que evitan que la sangre se acumule […]
Las varices son venas hinchadas que aparecen de color azul o morado oscuro. Las venas tienen en su interior válvulas pequeñas que evitan que la sangre se acumule o estanque para que pueda fluir de regreso al corazón. Cuando estas válvulas dejan de funcionar debidamente, la sangre se acumula y la vena se va hinchado hasta formar una variz. Cualquier vena puede ser varicosa, pero es más común que se formen en las piernas y los pies porque en esas zonas, es más difícil que la sangre regrese al corazón.
Las mujeres tenemos más probabilidades de tener varices que los hombres, y este riesgo aumenta si tienes un familiar cercano que las padece. Aunque no se sabe por qué las válvulas de las venas dejan de funcionar correctamente, hay ciertos factores de riesgo como la obesidad, el envejecimiento, el embarazo y el tabaquismo que hacen que sea más probable que aparezcan.
Las várices tienen un aspecto abultado o serpenteante, y en algunos casos pueden producir dolor o malestar en las piernas, sensación de tener las piernas pesadas, ardor y calambres principalmente por la noche.
Si tienes várices y te resultan incómodas o dolorosas, debes consultar a un médico especialista en angiología y cirugía vascular. El médico examinará tus piernas, y si lo considera necesario, hará un ultrasonido de las venas que se llama Doppler, el cual permite ver como fluye la sangre por las venas, y si las válvulas están funcionando bien o no.
El tratamiento de las várices debe ser aplicado por un angiólogo. Existen diferentes tratamientos como la escleroterapia, en la que se inyecta una sustancia dentro de la vena afectada que hace que se cicatrice y quede cerrada permanentemente. También se puede utilizar un láser por dentro de la vena para cicatrizarla. Cuando las várices son grandes, se pueden eliminar a través de cirugía.
Existen otras opciones de tratamiento que deberán ser explicadas por tu médico.
Podemos hacer algunas cosas para reducir el riesgo de que aparezcan varices. El ejercicio físico mejora la circulación y ayuda a bajar de peso, lo que disminuye la presión en el sistema circulatorio. Toma descansos durante el día subiendo las piernas por arriba del nivel del corazón, para así ayudar al retorno de la sangre desde las piernas. Las medias de compresión están diseñadas para comprimir de forma gradual las piernas y mejorar la circulación. Procura no usar ropa muy apretada, y si pasas muchas horas sentada, no cruces las piernas por mucho tiempo, y por ésta y muchas otras razones de salud, no fumes tabaco.
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Te enseñamos algunos ejercicios recomendados por la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria para mejorar tu circulación en tu día a día:
– Sentada, separa y junta las puntas de los pies
– Sentada, balancea suavemente los pies
– De pie, párate de puntillas varias veces
– De pie, camina unos cuantos pasos apoyándote sólo en los talones
– Acostada sobre la espalda, con las piernas levantadas y extendidas, haz movimientos como si pedalearas una bicicleta 15 veces
– Acostada sobre la espalda, con las piernas levantadas y extendidas, gira cada pierna en movimientos rotatorios 10 veces
– Sentada con la pierna elevada a la altura de tu cadera, haz un masaje friccionando suavemente en sentido ascendente desde el tobillo al muslo
Adriana Iturbide es miembro de la Sociedad Mexicana de Salud Pública y del Instituto de Salud Pública Anáhuac. Actualmente estudia una maestría en Nutrición Clínica.
