El dolor de garganta es una inflamación situada en la zona de la cavidad bucal, la laringe y/o la faringe. Dura un promedio de 3 o 4 […]
El dolor de garganta es una inflamación situada en la zona de la cavidad bucal, la laringe y/o la faringe. Dura un promedio de 3 o 4 días. Se nota dolor al deglutir, picores, ronquera, a veces y sensación de nariz tapada.
Exponerse al frío o a cambios bruscos de temperatura, una enfermedad, la contaminación, el tabaco, una alergia, una irritación mecánica… Estas son las principales causas de un dolor de garganta. Consulta sin falta a un médico si el dolor persiste durante más de 48 horas.
No te tomes a la ligera los dolores de garganta, ya que puede ser síntoma precursor de unas anginas, una bronquitis, una laringitis y otra afección de las vías respiratorias. Se aconseja hacer gargarismos, así como chupar pastillas para mitigar el malestar. También existen soluciones en aerosol específicos para la garganta.
Un jarabe a base de ortiga:
Gracias a sus propiedades sedantes, la ortiga es un calmante eficaz de irritaciones de garganta. Muele 100 g de raíces de ortiga y llévalas a ebullición con 300 g de azúcar morena en polvo y 1/2 litro de agua mineral. Retira del fuego. Tómate 1 cucharada al día de este jarabe para aliviar la inflamación de la garganta, sobre todo si tienes anginas. Recuerda que debes consultar a un médico si los síntomas persisten. Si lo prefieres, también puedes tomar 1 gragea de ortiga (polvo total criotriturado) 2 veces al día antes de las comidas, con un gran vaso de agua.
Gargarismos con vinagre:
Haz gargantismos con agua caliente y un poco de vinagre y sal después de casa comida (1 cucharada de cada uno por vaso), sin tragarte esta mezcla. Y cuando te apetezca, chupa caramelos de miel.
Miel o propóleos:
Cuando el dolor de garganta es muy fuerte y va acompañado de fiebre alta y/o dificultades para respirar, conviene consultar al médico. Pero cuando la irritación va asociada a un resfriado leve o a un abuso del tabaco y es soportable, la miel y/o el propóleos tienen un efecto calmante y permiten, en principio, un retorno a la normalidad en 2 o 3 días.
Mastica durante el máximo tiempo posible 1 g de propóleos en trozos o 1 tableta de mascar después de cada comida. Pulveriza una vez al día propóleos en aerosol en el fondo el fondo de tu garganta. Estos consejos contribuyen la base del tratamiento.
Como complemento de propóleos haz gargarismos 4 veces al día (después de las comidas y antes de acostarte). Para ello puedes utilizar agua caliente con sal gorda, a la que añadirás el zumo o jugo de un limón entero (la mezcla será muy salada). Pero para hacer los gargarismos también puedes emplear agua con miel y limón, o miel con 2 gotas de aceite esencial de tomillo, diluidos en agua.
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