No hay recetas fáciles para salir de la crisis generada por situaciones adversas. Estas no se solucionan solas, necesitas esforzarte y enfocarte para seguir adelante, lo que […]
No hay recetas fáciles para salir de la crisis generada por situaciones adversas. Estas no se solucionan solas, necesitas esforzarte y enfocarte para seguir adelante, lo que sí existen son herramientas que puedes poner
en práctica.
1) No te victimices
Deja de buscar el por qué te ocurrió tal situación y si fue injusto o podrías haberlo evitado; mientras te detengas ahí no vas a avanzar. La victimización paraliza.
2) Detente, mira y escucha
Pon en claro tu situación y los sentimientos que tienes al respecto. Entiende tu crisis. Lee, escribe o practica rituales que canalicen tu atención en actitudes provechosas. Te recomiendo, por ejemplo, que leas el libro de Bill O’ Hanlon, Crecer a partir de las crisis, que profundiza cómo utilizar estos recursos.
3) Mantente conectada
Apóyate en personas que te conocen y te ayuden a ver las cosas de forma objetiva, que te digan cómo te ven ante la situación y puedan contribuir desde el exterior del problema con mas información de la que uno dispone para resolverlo.
4) Usa tu mente a tu favor
Busca refuerzo positivo, recuerda todas las situaciones en que has tenido éxito y has logrado superar alguna adversidad. Minimiza las experiencias negativas, no reedites mentalmente tus fracasos o angustias anteriores, no se trata de ignorarlos, pero no les des poder ya que nos pueden hacerte sentir que tampoco saldrás adelante de la situación actual.
5) Canaliza tus emociones
Transfórmalas en acciones que te encaucen a ver las cosas de otra forma y te recarguen de energía. Toma un curso, involúcrate en una causa filantrópica, haz ejercicio, invierte tiempo en hacer lo que te gusta e inspira.
6) Reconoce los cambios que tienes que hacer para salir de la crisis y evitar otra
Si es la tercera vez que te despiden o te enfrascaste en una relación negativa en la que repites patrones, trabaja en tu autoestima y responsabilízate de tus acciones y decisiones.
7) No lleves la crisis a todas las áreas de tu vida
Es verdad que una crisis afecta muchas áreas en nuestra vida, si pierdes dinero se va a afectar tu estilo de vida familiar por ejemplo, pero no todo está mal. Si te divorciaste o te fue mal con la pareja, pero eres exitosa en tu trabajo, no lo descuides, al contrario puedes apoyarte en él para salir adelante.
Reflexión
En la vida se nos presentan eventos inexorables como un desastre natural o la muerte de un ser querido, pero existen otras crisis que son producto de no hacer caso a las señales que Dios o la vida nos manda. El mejor tiempo que tenemos para desarrollar lo necesario y estar preparados para enfrentar una crisis es cuando no la tenemos o acabamos de salir fortalecidos de alguna. No podemos abandonarnos a la inercia de la vida y lo cotidiano, sin estar desarrollando en todos los niveles de nuestra existencia ciertos diques, contenciones y razonamientos que en una eventual posibilidad estén a nuestro favor y no en contra.
Si estás atravesando por una crisis, rodéate de gente querida, busca ayuda. No te quedes observando el desastre a tu alrededor, muévete y comienza a dar esos pasos con fe y buscando superarla.
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