Vivir la vida no es cosa fácil. Siempre terminamos por ponernos el pie a nosotras mismas y obstruimos nuestra felicidad. Por eso, revista estas 10 cosas a […]
Vivir la vida no es cosa fácil. Siempre terminamos por ponernos el pie a nosotras mismas y obstruimos nuestra felicidad. Por eso, revista estas 10 cosas a las que debes renunciar para ser feliz.
Nunca podrás controlar lo que los otros hagan y, es seguro, en algún momento algo te hará daño. Sólo recuerda que tú también lo puedes dañar a alguien, a veces sin querer. Cuando aprendas a perdonar te empezarás a sentir más ligera. Lo prometo.
Tropzar con la misma piedra, ¿te suena familiar? Si tienes un deja vú repentino con ese novio patán, no aprendiste la lección. Dos veces puede pasar, pero más ya es masoquismo.
Las cosas pasan y van a seguir sucediendo, buenas o malas, a pesar de todo. No vivas en el eterno drama del hubiera y del por qué. Toma tu lección y a lo que sigue.
Biológicamente, ¿sabes cuál es la meta de la vida? La muerte. ¿Quieres enfocarte en eso o en todo el interesante y divertido proceso que hay antes de llegar a ella?
Empieza por preguntarte si puedes alcanzar (o si existe siquiera) la perfección. Todos tenemos errores y somos podemos mejorar. Nuestras acciones también.
¿Estás segura de que ese télefono celular de última tecnología y alta gama te va a hacer feliz? ¿Ese vestido de precio casi inalcanzable? No podemos negar que te hará senrtir bien durante un momento pero, ¿en serio contribuye a tu felicidad?
Amistosas, de pareja y hasta familiares. Cuando alguien cercano a ti echa piedras en tu camino en vez de apoyarte y creer en ti, es un buen momento de alejarte.
Con la familia puede ser más complicado, pero basta con dejar de hablar de ciertos temas con ellos para alejar esas energías negativas.
No vivimos en cuentos de hadas como para que nuestro príncipe azul (o ese aumento o el viaje de tu vida) llegue así nomás, casual. Atrévete a tomar tus propias decisiones, ésas que te llevarán a eso que tanto quieres que pase.
Quejarse es la mejor manera de demostrar una mentalidad negativa. Lo hacemos porque creemos que todo está mal excepto nosotros y lo que pensamos. ¿Qué crees? Estás en un error. Al universo no le interesan tus quejas. Déjalas ir y concéntrate en lo que puedes hacer por mejorarte a ti y a tu entorno.
No está mal sentirse triste o enojada o frustrada. El chiste es dejar que esas emociones sucedan, reconocerlas y hacer las pases con ellas; aprende a vivirlas. Mientras más intentes reprimirlas, peor te sentirás y se convertirán en un lastre con el tiempo.
¡Inténtalo! Seguro practicando estas 10 cosas a las que debes renunciar para ser feliz tendrás una vida mucho más relajada y enfocado a lo que en realidad te importa a ti.