¿Tienes una panza que parece de embarazada? ¡Yo también! No importa lo bien que me alimente o cuánto ejercicio haga, ¡la panza simplemente no se va! Pero […]
¿Tienes una panza que parece de embarazada? ¡Yo también! No importa lo bien que me alimente o cuánto ejercicio haga, ¡la panza simplemente no se va! Pero estas posturas fáciles y efectivas contra la inflamación abdominal me han ayudado. Forman parte del yoga restaurativo y son una delicia. ¿Quieres probarlas?
La inflamación del vientre no tiene tanto que ver con gordura ni grasa, ya que está más bien relacionada con la acumulación de gases, la cual puede deberse a alergias alimentarias (al gluten o a la lactosa, por ejemplo), por una mala digestión, por el consumo excesivo de fibra y leguminosas, por comer demasiado rápido y no masticar adecuadamente o por consumir bebidas gaseosas. Incluso, el estrés, el tabaquismo y la mala postura contribuyen a la distensión abdominal, ¿lo sabías?
De ahí que, además de cuidar los factores mencionados, te recomiendo practicar estas posturas fáciles y efectivas contra la inflamación abdominal. Realízalas antes de dormir, a media tarde o a media mañana, procurando que no hayas comido nada pesado al menos una hora y media antes. ¡Jamás las hagas inmediatamente después de comer!
POSTURAS FÁCILES Y EFECTIVAS CONTRA LA INFLAMACIÓN ABDOMINAL
Apanasana o rodillas al pecho. Perfecta para liberar el gas atrapado en el estómago y los intestinos. La clave está en sostener esta postura durante unas 10 a 20 respiraciones profundas. Es muy relajante, así que puedes hacerla más tiempo.
Gato-vaca. El juego entre contracción y estiramiento del abdomen ayuda a movilizar y expulsar el gas, además de que masajea suavemente todos los órganos y los intestinos. Inhala en vaca (espalda cóncava) y exhala en gato (espalda convexa) las veces que sientas necesario, realizando el movimiento lentamente y a profundidad.
Torción recostada. Esta postura ayuda a calmar y tonificar el abdomen. Hazla de ambos lados, manteniendo unas 15 respiraciones por cada lado.
Puente. Esta postura estimula el flujo sanguíneo a la zona del abdomen y mejora la digestión, además de que ayuda a tonificar los músculos abdominales. Mantén la postura durante 5 respiraciones profundas.
Viparita Karani. Esta postura es ideal para movilizar los gases atrapados y para relajar la zona del abdomen (recuerda que el estrés también puede generar inflamación). Comienza sentándote en el suelo con la cadera derecha tocando la pared. Gira el cuerpo hacia la derecha hasta que tu espalda esté en el suelo y las piernas sobre la pared. Trata de mantener tu trasero tan cerca de la pared como sea posible. Permanece en esta posición durante 5 minutos.
Supta Baddha Konasana. Para estimular el funcionamiento de los intestinos y ayudar a expulsar el gas, realiza esta postura durante 10 minutos, respirando con profundidad. Puedes hacerla sin apoyo en la espalda, pero será más útil y relajante si usas un soporte.
Balasana. La pose de niño o de descanso se utiliza para relajar el cuerpo y es ideal para finalizar esta mini rutina. Lo ideal es que coloques los puños de tus manos a cada lado del abdomen para que, al flexionar el tronco hacia delante, estos ejerzan una suave presión en los órganos, ayudándote a desinflamar. Si te cuesta trabajo respirar, puedes prescindir de usar los puños o, incluso, puedes abrir las piernas para que haya mayor espacio entre tu cuerpo y el suelo. Si tu cabeza no llega al piso, acomódala encima de una manta o un cojín delgado. Respira suave y profundo el tiempo que sientas necesario.
Como ves, estas posturas fáciles y efectivas contra la inflamación abdominal, además de ayudarte a lucir un abdomen plano, te relajarán al máximo. Hazlas todas o elige algunas, según el tiempo del que dispongas y cómo te vayas sintiendo. Quizá algunas te funcionen más que o otras, ¡prueba y decide!
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