Ayuda a tu hijo a gestionar situaciones estresantes o conflictivas.
En el complejo viaje del crecimiento y desarrollo infantil, los niños se encuentran a menudo con desafíos que requieren habilidades emocionales y sociales para superarlos de manera efectiva. «La técnica de la tortuga» es un método que te ayudará a que tus hijos manejen sus emociones y su entorno no afecte su salud mental. ¡Te contamos más sobre esta efectiva técnica!
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¿Qué es la técnica de la tortuga?
Diseñada para ayudar a los niños a enfrentar situaciones de conflicto o estrés de manera tranquila y reflexiva, esta técnica no solo promueve la autorregulación emocional, sino que también fomenta la toma inteligente de decisiones. La técnica de la tortuga es una estrategia pedagógica utilizada para enseñar a los niños a afrontar situaciones conflictivas o estresantes de manera controlada y reflexiva. Se basa en la metáfora de la tortuga, sugiriendo que, al igual que una tortuga se retira dentro de su caparazón cuando se siente amenazada, los niños pueden aprender a retirarse emocionalmente de una situación problemática antes de reaccionar impulsivamente.
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¿Cómo le enseño a mi hijo a usar la técnica de la tortuga?
Los pasos para que esta técnica funcione son los siguientes:
- Detenerse: Enseña a tu hijo a detenerse antes de reaccionar impulsivamente ante una situación difícil. Eso invita a la reflexión, si tu hijo se encuentra en una posición difícil, (ya sea algún conflicto en la escuela o con sus amigos), lo mejor será detenerse antes de reaccionar ante dicha situación. La técnica de la tortuga se centra en el desarrollo de la autorregulación emocional. Al detenerse y retirarse de la situación, los niños aprenden a manejar sus emociones de manera más controlada, evitando respuestas impulsivas que puedan empeorar la situación.
- Retraerse: Aconseja a tu hijo retirarse emocionalmente de la situación, imaginando que está entrando dentro de su «caparazón» como una tortuga. A través de la técnica de la tortuga, los niños adquieren estrategias de afrontamiento efectivas. Respirar profundamente durante el proceso no solo ayuda a calmar la mente, sino que también enseña a los niños a utilizar la respiración consciente como una herramienta para manejar el estrés.
- Respirar profundamente: Fomentar la respiración lenta y profunda para ayudar al niño a calmarse y reducir la ansiedad. La fase de «pensar» en la técnica de la tortuga impulsa a los niños a reflexionar sobre la situación. Esto no solo implica considerar sus propias emociones, sino también evaluar las posibles consecuencias de sus acciones, fomentando la toma de decisiones reflexiva.
- Pensar: Estimular la reflexión sobre la situación, animando al niño a considerar sus propias emociones y las posibles consecuencias de diferentes acciones.
- Tomar decisiones: Basándose en la reflexión, enseña a tu hijo a tomar decisiones informadas sobre cómo abordar la situación de manera constructiva. La técnica de la tortuga puede adaptarse para ser utilizada con niños de diferentes edades. Los principios fundamentales, como detenerse, retirarse y pensar, son aplicables a una amplia variedad de situaciones y contextos.
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