Por Rocío Río de la Loza, Health Coach. La dieta mediterránea fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial en el año 2010 por las Naciones Unidas para la Educación, […]
Por Rocío Río de la Loza, Health Coach.
La dieta mediterránea fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial en el año 2010 por las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Esto fue debido a que ha sido reconocida como «un conjunto de habilidades, conocimientos, rituales, símbolos y tradiciones relativas a los cultivos, recolección, pesca, cría de animales, conservación, elaboración, cocción, y en particular el intercambio y consumo de los alimentos».
Cuando hablamos de la dieta mediterránea, hablamos de la gastronomía y la cultura de once países, como España, Italia, Turquía, Libia, Grecia, entre otros. Está conformada por platos sencillos, nutritivos y coloridos. Cuenta con una amplia variedad de granos y alimentos con ácidos grasos Omega 3 y es baja en carnes rojas, azúcar y grasas. Además, incluye todos los grupos de alimentos básicos para tener una vida saludable, centrándose en:
– Utilización de aceite de oliva extra virgen.
– Los granos enteros en abundancia.
– Frutas y verduras de temporada.
– Legumbres.- Peces silvestres y mariscos de la zona (dos veces por semana).
– Aves de corral y huevos (tres veces a la semana).
– Productos lácteos de calidad (con moderación, principalmente de cabras).
– Carnes magras y postres dulces (para ocasiones especiales).
– Aperitivos saludables como nueces y semillas.
– Hierbas y especias para sazonar.- Vino (1-2 vasos al día).
– Agua.
La Harvard School of Public Health, la organización sin fines de lucro Oldways y la Organización Mundial de la Salud (OMS), introdujeron la dieta mediterránea y la pirámide de la dieta Mediterránea en 1993. Desde entonces, la guía culinaria y la sabiduría antigua de esta región han sido consideradas como uno de los patrones de nutrición más saludables en el mundo. Esto porque es equilibrada y apta para las personas de todas las edades. Incluso las que son vegetarianas y los pacientes con intolerancia al gluten pueden disfrutarla con algunas sustituciones.
La dieta mediterránea ha mostrado resultados positivos para el anti-envejecimiento, la pérdida y el control de peso, aparta los nutrientes necesarios para tener una alimentación saludable en general y para prevenir muchas enfermedades crónicas. Existe evidencia científica de que ayuda a la salud del corazón, fortalece la estructura ósea y mejora la aptitud cognitiva del cerebro, además de ayudar a combatir ciertos tipos de cáncer y el control de la diabetes. De esta forma, la dieta mediterránea, además de ser deliciosa, cuenta con estos beneficios para la salud:
– Disminuye el riesgo de sufrir enfermedades del corazón.
– Ayuda a reducir la presión arterial alta y el colesterol alto.
– Reduce el asma.
– Lucha contra la enfermedad de Parkinson y el Alzheimer.
– Evita la resistencia a la insulina.- Sirve para controlar la diabetes.
– Resiste la depresión.- Mantiene la masa ósea en la edad adulta.
– Cuida la salud dental.- Mejora la artritis reumatoide.
– Ayuda a incrementar la calidad de vida.
– Aumenta la fertilidad.
Por esto, quienes quieran descubrir la variedad gastronómica del Mediterráneo puede seguir estas recomendaciones:
1. Consume muchas verduras de temporada.
2. Reduce tu consumo total de carne roja.
3. Disfruta de los mariscos dos veces a la semana.
4. Come como un vegetariano un día de la semana.
5. Utiliza aceite de oliva virgen extra en las comidas diarias.
6. Opta por los cereales integrales, pan integral y pasta.
7. Come fruta fresca para el postre.
8. Elige productos lácteos de calidad, artesanales o de preferencia orgánicos.
Por estas razones, la dieta mediterránea se transforma en una excelente opción para las personas que busquen mejorar su calidad de vida e incorporar hábitos saludables. Esto es gracias a la variedad de nutrientes que contiene y lo simple que es preparar algunas de las comidas.
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