Sigues la dieta al pie de la letra, haces ejercicio con regularidad, tomas agua, comes sano… Mejor no podrías hacerlo. Entonces, ¿qué está fallando? Aquí 10 errores […]
Sigues la dieta al pie de la letra, haces ejercicio con regularidad, tomas agua, comes sano… Mejor no podrías hacerlo. Entonces, ¿qué está fallando? Aquí 10 errores que te impiden perder peso:
1. Quieres adelgazar mucho en muy poco tiempo. Tienes un evento y te pones a dieta una semana antes, eso jamás va a funcionar, lo ideal es plantearte lo siguiente:
a)Define cuánto peso quieres perder.
b)Haz la cuenta de la cantidad de meses que te tardarás en conseguirlo, considerando que lo más saludable es bajar entre medio kilo y un kilo a la semana.
c)Busca una dieta fácil de seguir, que incluya todos los grupos de alimentos y que considere tu estilo de vida.
d)Haz un plan semanal para comprar tu menú.
e)Considera el tiempo extra que invertirás en la actividad física complementaria.
f)Ponlo en marcha.
2. Te saltas comidas creyendo que adelgazarás más rápido. Nunca te saltes comidas por completo, mejor consume algo ligero además de considerar un tentempié a media mañana y otro a media tarde. Es preferible hacer cuatro o cinco alimentos livianos al día que dos muy pesados, porque así tu metabolismo trabaja todo el tiempo y te sientes satisfecha.
3. Comes frutas y verduras con complementos muy pesados. Procura comer la fruta y la verdura con aderezos más ligeros y con toppings menos grasosos. Por ejemplo, a esa misma ensalada quítale las nueces y los crutones, cambia el jamón por atún, elige queso panela y aderézala con vinagreta. Estarás restando más de 300 calorías y varios gramos de grasa sin sacrificar el sabor.
4. No consideras las “probaditas”. Tienes dos opciones: hacerte de la boca chiquita, evitando las probaditas; o darte la libertad, pero entonces intenta anotar cada cosa que comas para que lo tomes en cuenta. No se trata de que te obsesiones, pero sí de que al menos te hagas conciente de que es muy sencillo comer más de lo que crees.
5. Te excedes porque es light. Come la misma cantidad o el mismo número de porciones que consumirías si se tratara de la versión normal. Sobre todo, ten mucho cuidado con los lácteos, porque aunque contienen menos grasa, siguen siendo altos en calorías.
6. Piensas que las bebidas no engordan. Lo mejor es que apagues tu sed con agua simple o un té sin endulzar, que además es rico en beneficios para el organismo. Si tienes antojo de beber un líquido con sabor, elige uno sin calorías, de preferencia endulzado con edulcorantes naturales. ¿Prefieres tomar un vaso de jugo o una taza de café capuchino? Entonces rebájalos con un poquito de agua.
7. Haces el ejercicio de forma incorrecta. Para utilizar las reservas de grasa, que es lo que realmente te hace rebajar tallas, debes entrenar a una velocidad más baja por largo tiempo. El tejido adiposo comienza a «quemarse» aproximadamente media hora después de comenzada la rutina, por eso una sesión de ejercicio promedio para perder grasa comprendería este proceso:
-10 minutos de caminata ligera como calentamiento.
-20 de caminata rápida o trote.
AQUÍ COMIENZA LA QUEMA DE GRASA
-25 de carrera a un ritmo que te permita hablar mas no cantar.
-5 minutos de ejercicios con brincos.
-10 de caminata intensa descendiendo a ligera para enfriar.
Desde el principio al minuto 30 utilizas glucosa. De ahí en adelante, manteniendo el ritmo descrito, comienzas a usar la grasa.
8. Cedes a las invitaciones tentadoras. Lo principal es comenzar a pensar en todas las veces que has cedido. Haz la cuenta y verás que es un problema real que puede estropear tu dieta. Por eso, lo mejor sería no acceder siempre a las invitaciones. Y cuando lo hagas, que también se vale, entonces toma un pedazo más pequeño. ¿Por qué comerte la dona entera cuando tu antojo se satisface con la mitad?
9. No tienes un régimen planeado. Hacer una dieta requiere la misma planeación que cualquier otro proyecto. Debes definir tus objetivos (qué quieres conseguir), establecer una estrategia (qué régimen poner en práctica, cuál te dará el resultado que buscas) y cumplir reglas (cómo ejecutarás el plan). Seguir un régimen para adelgazar no es nada más comer poco o evitar ciertos alimentos. Para que realmente funcione debes llevar a cabo un método que puedas cumplir en el día a día y que contemple una meta a corto plazo.
10. Has perdido comunicación con tu cuerpo. Considera la posibilidad de comenzar a escuchar tus sensaciones. Antes de comer, centra tu atención en el estómago: ¿qué te dice, cómo se siente, tienes hambre o en realidad no? Huele la comida, ¿se te antoja lo que vas a ingerir o no tanto? Comienza a hacer caso a las señales de tu cuerpo. Las glándulas se encargan de regular tus necesidades, liberando distintas hormonas. Intenta ponerles atención.
Recuerda que la fuerza de voluntad te llevará muy lejos