Ser virgen a los 30 en pleno siglo XXI y siendo –supuestamente– muy abiertos con nuestra sexualidad, podría parecer sólo un tema de película o de un […]
Ser virgen a los 30 en pleno siglo XXI y siendo –supuestamente– muy abiertos con nuestra sexualidad, podría parecer sólo un tema de película o de un libro. Pero la realidad es que aún hay muchas mujeres de 30 o más que no han entregado su preciado tesoro. ¿A qué se debe esto? Aquí te presentamos algunas razones.
Se sienten feas o con baja autoestima y sienten que nadie las querrá.
Crecieron bajo ideas religiosas o morales muy estrictas.
¿Cómo dejar de ser virgen a los 30 y no morir en el intento?
Cualquiera que sea la razón para ser virgen a los 30, hay varias soluciones para cada una de ellas.
El hombre ideal no existe. Bueno, sólo en las películas de Disney. Tal vez existe la pareja ideal, pero ninguna persona es perfecta, ni nosotras. Es por eso que estar esperando que aparezca el hombre ideal puede ser una tarea que nos lleve toda la vida. Además, si no salimos y conocemos a más hombres, ¿cómo sabremos cuando se aparezca el bueno? En esta vida, todo es a base de prueba y de error. Por eso, no tengas miedo y date la oportunidad de conocer a varios hombres. Eso no quiere decir que te desboques y te acuestes con todo el que se te acerque, no. Pero sí debes relajarte y ser menos estricta. Además, así podrás tener una vida sexual más satisfactoria, pues conocerás tu cuerpo y lo que te gusta. En Mujer de 10 encontrarás muchos y buenos consejos sobre sexo para que lo disfrutes de forma responsable.
Tú eres hermosa, no importa lo que digan los demás. La belleza es una estado mental, así que si tú te sientes bella, los otros también lo verán. Cuida tu salud, haz ejercicio, cuida tu piel y seguro te verás preciosa, sin importar los cánones preestablecidos por la sociedad. Recuerda, la confianza en una misma hace que las demás personas quieran estar cerca de ti.
Es bueno tener convicciones pero también es bueno ser flexibles ante los cambios, ¿quién sabe?, tal vez si comenzamos a pensar diferente, empezaremos a ser más felices y disfrutar de nosotras mismas.
Desmintiendo la virginidad
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Hay que decir que la virginidad o la idea de virginidad es un constructo social. No hay nada dentro de nuestro cuerpo ni nuestra vagina que se llame “virginidad”. Simplemente es una idea que se creó para controlar el deseo y la sexualidad de las personas.
Por ello, no es tan importante ser virgen o no, sino ser feliz y estar contenta contigo misma respecto a tus decisiones.
Ahora bien, si te atormenta e incluso te da pena admitir con tus amigas que eres virgen, analiza lo que te podría estar sucediendo y cámbialo. Si te resulta muy difícil, siempre puedes buscar ayuda psicológica o apoyo de las personas a quien más confianza tienes.