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Los amores de Frida Kahlo: así amaba la mujer detrás del mito

Por: Alejandra Villegas 04 de Julio
Los amores de Frida Kahlo: así amaba la mujer detrás del mito
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Frida vivió el amor sin pedir permiso. Te contamos quiénes fueron los grandes amores que influyeron en su vida y en su obra.

Para Frida Kahlo el arte fue un mecanismo de catarsis. Su vida, marcada por la tragedia y los contrastes, también es famosa por estar repleta de amor y pasión. Amó con el cuerpo, con las palabras, con la poesía y con su pincel. Se sabe que Kahlo era intensa, rebelde y visceral. A lo largo de su vida, se enamoró de hombres y mujeres, y en cada relación dejó una parte de sí misma.

En el marco del aniversario de su nacimiento, que celebramos cada 6 de julio, en Mujer de 10 rememoramos nuestra faceta predilecta de Frida: la de amante apasionada, la de poetisa que redactó candentes cartas de amor, y por qué no, la de esposa tóxica y la mujer libre que desafió todas las normas.

A continuación haremos un recuento de los amores de Frida Kahlo, quiénes fueron sus grandes amores y amantes.

beso entre Frida Kahlo y Diego Rivera
Foto. ABC

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Los amores de Frida Kahlo: pasión, arte y poesía

Diego Rivera, el amor que dolía y ardía

Diego Rivera, el gran maestro del muralismo, fue el gran amor de Kahlo, pero también el más destructivo. Se conocieron cuando Frida era una estudiante de 17 años en la Escuela Nacional Preparatoria y Rivera pintaba el mural «La Creación» en San Ildefonso. La joven se acercó a él para pedirle opinión sobre su trabajo artístico.

A pesar de la amplia diferencia de edad y de que sus personalidades eran contrastantes, la química fue inmediata: amor a primera vista. Se casaron en 1929 y vivieron un matrimonio lleno de altibajos. Se divorciaron en 1939 y volvieron a casarse en 1940. Su relación era tan tóxica como el arsénico.

Se amaban y era claro. Como testimonios tenemos cartas, cuadros y murales. Pero las infidelidades de Rivera eran recurrentes.

Diego Rivera y Frida Kahlo
© Cordon Press

Cartas de amor de Frida para Diego

Una de las cartas más desgarradoras, es esta que redactó la pintora un año antes de morir, en 1953:

«Te escribo esto desde una habitación de hospital, la sala de preparación para el quirófano. Intentan meterme a prisa, pero estoy decidida a terminar esta carta. No me gusta hacer las cosas a medias, y menos ahora que sé lo que planean: quieren herir mi orgullo cortándome un pie. Cuando me dijeron que tenían que amputarme la pierna, no me afectó como todos pensaban. No, ya era una mujer incompleta cuando la perdí aquella otra vez, quizá la enésima, y aun así sobreviví. Eso no ha cambiado mi dolor y lo sabes, es casi una condición inmanente de mi ser, aunque he sufrido, y mucho, el tiempo, todas las veces que me engañaste. No sólo con mi hermana, sino con tantas otras mujeres. ¿Cómo han podido caer en tu trampa? […] Nunca he entendido qué buscabas, qué buscas, qué te dan y te han dado que yo no te haya dado. Porque, reconozcámoslo Diego, te he dado todo lo humanamente posible y lo sabemos. Ahora lo ves, mi fragmentación estará a la vista de todos, incluido tú. […] Te escribo para decirte que te libero de mí. Te ‘aíslo’ de mí. Sé feliz y no intentes verme nunca más. No quiero saber nada de ti ni que sepas nada de mí. [Eso es todo. Por fin puedo irme y descansar en paz. Se despide quien te amó con impetuosa locura». – Frida.

El amor de Frida y Diego en sus pinturas

La devoción de Frida por Diego también está en sus pinturas. Por ejemplo, Rivera está presente con el autorretrato doble Diego y yo, una pieza en la que ves la mitad del rostro de Frida y en la otra a Diego. La historiadora de arte Josefina García Hernández, menciona que esto lleva a pensar que Diego Rivera fue el amor más importante de Kahlo.

Autorretrato Diego y Yo
Foto: Museo Dolores Olmedo

Hay otro cuadro de la artista que guarda el mensaje oculto sobre la infidelidad que más le dolió. Se trata de Unos cuantos piquetitos (1935), en el que Frida retoma una nota amarillista sobre un hombre que asesinó a su esposa y declaró ante un juez: “Pero si sólo le di unos cuantos piquetitos”. Con ironía, retomó este caso para plasmar la mayor traición que recibió de su «Sapo» (apodo que tenía Frida para su marido): la infidelidad de Diego Rivera con su hermana Cristina.

«Yo sufrí dos accidentes graves en mi vida: uno en el que un tranvía me tumbó, el otro fue Diego»

Frida Kahlo

10 razones por las que amamos a Frida Kahlo

En pleno 2025 diríamos que nuestra Frida era lo que en redes se conoce como ‘migajera‘: alguien que acepta poco con tal de seguir amando. Pero sería injusto acusar de infiel solo a Rivera, porque Kahlo tampoco fue una «perita en dulce», ella tuvo una larga lista de amoríos y enamoramientos. Ahora nos seguiremos con la amplia lista de amantes de Frida.

León Trotsky: política, deseo y escándalo

En 1937, Frida y Diego ofrecieron asilo político al líder comunista León Trotsky y su esposa en la famosa Casa Azul de Coyoacán. Lo que parecía una alianza ideológica se convirtió en un breve romance lleno de secretos. Trotsky la admiraba profundamente y Frida, como siempre, vivió el encuentro con libertad. Aunque la relación fue corta, quedó registrada en la historia… y en su pintura Retrato de Trotsky, que ella firmó como muestra de gratitud. Diego supo de esta infidelidad, pero la toleró por su ideología. Esto es. muestra de la libertad que compartían como pareja.

Trotsky fue asesinado en México en 1940, y Frida fue brevemente arrestada bajo sospecha de complicidad.

Chavela Vargas: un amor que floreció en silencio

Chavela lo dijo sin miedo: “Frida me amó como se aman las mujeres”. Aunque nunca se confirmó de forma oficial, los rumores sobre su relación crecen con los años. Chavela Vargas vivió un tiempo con ella y Diego en la Casa Azul. Frida la recibía con flores en el cabello. Eran dos mujeres fuera de su tiempo, con voces propias, heridas visibles y un magnetismo rebelde. Su amor, más allá de lo físico, fue un encuentro de almas.

Frida Kahlo y Chavela Vargas
Foto: Cortesía

Hay registro de una carta que Kahlo le envió a Carlos Pellicer donde le mencionó su atracción erótica hacia «La Chamana»:

“Carlos:

Hoy conocí a Chavela Vargas. Extraordinaria, lesbiana, es más, se me antojó eróticamente. No sé si ella sintió lo que yo, pero creo que es una mujer lo bastante liberal, que si me lo pide no dudaría un segundo en desnudarme ante ella. Cuántas veces no se te antoja un acostón y ya. Ella repito es erótica. ¿Acaso es un regalo que el cielo me envía?«

Frida K

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Georgia O’Keeffe: una atracción entre pinceles

Durante su viaje a Estados Unidos en los años 30, Frida conoció a la pintora estadounidense Georgia O’Keeffe, considerada la “madre del modernismo americano”. Se frecuentaron en círculos artísticos y sociales de Nueva York, y aunque no se ha confirmado una relación amorosa formal, las cartas de Frida insinúan un deseo latente.

En una carta a Diego, Frida escribió con ironía que Georgia estaba “enferma, pero aún piensa en mí”. También le contó que le habría encantado llevársela a México. Las tensiones eróticas entre ambas han sido interpretadas por especialistas como señales de una relación ambigua, donde la admiración artística se cruzaba con la atracción emocional. También hay versiones de que a Rivera le excitaba el lesbianismo de su esposa.

Frida y Georgia compartían más de lo que a simple vista parecía: ambas exploraron el cuerpo femenino, la naturaleza y la identidad desde perspectivas radicalmente personales. Ambas fueron mujeres que pintaron sin censura… y que, en algún punto, se miraron con deseo.

Nickolas Muray: el fotógrafo que la amó en color

Frida conoció al fotógrafo húngaro Nickolas Muray en 1931 en Nueva York, y su romance duró más de diez años, con altibajos, pausas y reconciliaciones. Aunque él deseaba formalizar la relación, Frida siempre fue honesta: su amor por Diego era una llama que no se apagaba, pero eso no impedía que amara también a Muray… a su modo.

Con Nickolas vivió momentos de calma y alegría. Se acompañaban con respeto, se escribían con frecuencia, y él le tomaba fotos que hoy son símbolo de su imagen poderosa: coronas de flores, joyería tradicional, trajes de tehuana. Fue uno de los primeros en retratar a Frida como la ícono visual que hoy conocemos.

Aunque su historia no tuvo final feliz en términos románticos, Muray siguió amándola hasta su muerte. Él capturó a Frida en color antes de que el mundo la entendiera en toda su intensidad.

Frida Kahlo y Tina Modotti
Foto: Museo Frida Kahlo

Tina Modotti: cuerpos, causas y complicidades

Tina Modotti fue mucho más que la “fotógrafa de la revolución”. Italiana de nacimiento y mexicana por elección, su vida estuvo marcada por el exilio, el arte, el activismo y una profunda convicción política. Feminista, comunista y antifascista, Modotti utilizó la cámara como herramienta de denuncia social y se convirtió en una figura clave del arte fotográfico del siglo XX.

Llegó a México en los años 20 junto a su entonces pareja, el fotógrafo Edward Weston. Aquí entabló amistad con artistas como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y, más adelante, con Frida Kahlo. Fue amante de Rivera por un tiempo y compartió con él círculos intelectuales e ideológicos. Su vínculo con Frida fue más bien de afinidad, complicidad política y sororidad artística, aunque algunas versiones especulan con la posibilidad de un romance, sin pruebas documentales contundentes.

Tina, Frida y Diego formaron parte de una generación que practicaba el amor libre y desafiaba los convencionalismos de su época. 

José Bartolí: cartas desde el corazón roto

En los años 40, Frida conoció a José Bartolí, un pintor y escritor catalán exiliado en Nueva York, a través de cartas. Su relación fue epistolar durante mucho tiempo, pero profundamente apasionada. A diferencia de otros amores caóticos, con Bartolí Frida encontró ternura, atención y una conexión emocional que trascendía el cuerpo.

Frida Kahlo y José Bartolí
Foto: Cortesía

Se han recuperado más de 100 cartas que Frida le escribió entre 1946 y 1951. En ellas, se muestra vulnerable, deseosa, pero también amorosa en una forma más íntima y reflexiva. Escribe con menos rabia y más esperanza. Le llama “mi cielo”, “mi niño”, y le confiesa: “Todo mi ser está contigo.”

«Anoche sentía como si muchas alas me acariciaran toda, como si en la yema de tus dedos hubiera bocas que me besaran la piel.

Los átomos de mi cuerpo son los tuyos y vibran juntos para querernos. Quiero vivir y ser fuerte para amarte con toda la ternura que tù mereces, para entregarte todo lo bueno que haya en mi. y que sientas que no estás solo. Cerca o lejos, quiero que te sientas acompañado de mi, que vivas intensamente conmigo, pero sin que mi amor te estorbe para nada en tu trabajo ni en tus planes, que forme yo parte tan intima de tu vida, que yo sea tu mismo, que si te cuido nunca sera exigiéndote nada, sino dejándote vivir libre… Te quiero como eres, me enamora tu voz, todo lo que dices, lo que haces, lo que proyectas. Siento que te quise siempre, desde que naciste, y antes, cuando te concibieron. Y aveces siento que me naciste a mi. Quisiera que todas las cosas y las gentes te cuidaran y te amaran y estuvieran orgullosas, como yo, de tenerte. Eres tan fino y tan bueno que no mereces que te hiera la vida.»

Frida K.

Este romance, más secreto y menos público, revela a una Frida que, a pesar del desgaste físico, aún tenía la capacidad de enamorarse profundamente. Bartolí representó un refugio emocional en medio del dolor, las operaciones y el desgaste de su matrimonio con Diego.

Frida Kahlo
Foto: Google

¿Se pueden inventar verbos? Quiero decirte uno: yo te cielo, así mis alas se extienden enormes para amarte sin medida«

Frida K.

Frida Kahlo amó con todo, incluso cuando ya no podía sostenerse en pie. Amó desde la herida, desde la ausencia, desde la rabia y la ternura. Y en cada amor —caótico o cálido, fugaz o profundo— dejó una pincelada de sí misma. Hoy la recordamos no solo como artista ni como ícono feminista, sino como mujer que nunca tuvo miedo de amar libremente, aunque eso también significara romperse. ¿Qué opinas de los amores de Frida Kahlo? ¿Nos faltó alguna historia secreta?

El guardarropa secreto de Frida Kahlo

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Alejandra Villegas
Alejandra Villegas alejandra.villegas Alejandra Villegas es periodista y editora especializada en estilo de vida, arte y cultura, música y diversidad sexual. Tiene más de 10 años de experiencia en medios digitales e impresos como Time Out México y Dónde Ir, donde actualmente funge como editora web. Es Licenciada en Comunicación por la UNAM, con una sólida trayectoria en periodismo cultural, musical y deportivo.
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