¿Te ha pasado que después de lavarte el cabello, luce terrible? No puedes peinarte, te da pena traerlo así y terminas recogiéndotelo en un moderno chongo. Chino […]
¿Te ha pasado que después de lavarte el cabello, luce terrible? No puedes peinarte, te da pena traerlo así y terminas recogiéndotelo en un moderno chongo.
Chino o lacio, a todas nos ha pasado, por eso te compartimos estos sencillos trucos para proteger tu cabello mientras te bañas y que poco a poco vaya luciendo mucho más sano y radiante.
- Utiliza el shampoo correcto
Usar el shampoo de acuerdo a tu tipo de cabello te ayudará a que éste luzca mucho mejor después de que lo laves. Procura no ponerle tanto a las puntas para que no se resequen y evita los que contienen sulfato de sodio.
- Aplica primero el acondicionador
Algunos expertos dicen que el acondicionador no tiene efecto sobre el cabello después del shampoo, lo ideal es primero ponerte el acondicionador para proteger tu pelo de los efectos del shampoo. Quedará limpio y humectado.
- Evita el agua hirviendo
Bañarte con agua muy caliente reseca tu cabello, le quita los aceites naturales, lo debilita y también influye a que se te enrede más. Yo tampoco puedo bañarme con agua helada pero al menos inténtalo con agua tibia. Tu cabello te lo agradecerá.
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Cepíllate delicadamente
Muchas mujeres cometemos errores al cepillarnos el cabello. Empieza en las puntas y hazlo con delicadeza. De preferencia hazlo con un peine de verdad anchas o con tus propias manos.
- No tardes mucho en bañarte
Sobre todo en el frío, nos encanta meternos al agua caliente y meditar de la vida. Es delicioso pero bastante dañino para tu cabello. Intenta no sobrepasar los 15 minutos. Algunos expertos dicen que después de este tiempo, el agua se lleva la mayor parte de nuestros aceites esenciales.
6. No repitas
A pesar de lo que dicen casi todos los frascos, expertos de Nuyeva York como Nunzio Saviano dicen que no es necesario repetir y que esto puede resecar más tu cabello. Sólo inténtalo cuando tu cabello esté extremadamente sucio.
7. No frotes tu cabello para secarlo.
Si cuidaste todos los puntos anteriores pero al salir empiezas a frotar tu cabello con la toalla para secarlo, los cuidados anteriores no servirán de mucho. Al tallarlo estás haciendo que tus puntas sean más propensas a romperse, pues el cabello mojado es más frágil. Ponte la toalla y presiona para quitar el exceso de agua.
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