Hace unos días tuve la oportunidad de visitar Xixim, un hotel maya único ubicado dentro de la Reserva de Biósfera Celestún, en Yucatán. Estar inmersa entre la […]
Hace unos días tuve la oportunidad de visitar Xixim, un hotel maya único ubicado dentro de la Reserva de Biósfera Celestún, en Yucatán.
Estar inmersa entre la naturaleza alejada de aparatos electrónicos y preocupaciones hizo de esta experiencia algo totalmente diferente a otros viajes. Y de éste salí renovada, relajadísima, inspirada… Xixim me cambió y estoy segura que a ti también lo hará. Te doy 10 razones.
1.- Ir a Xixim es más que alejarte del caos de tu vida para pasar unos días de tranquilidad. En este sitio místico atraes lo que vibras. Por eso la recomendación es que llegues con una intención o un propósito en mente, algún deseo, algo que quieras mejorar de ti… Xixim hará el resto, ya que todo está diseñado para ello.
2.- Está Yaxil, un travieso y tierno mapache que fue rescatado por empleados de Xixim y que pasea libre y feliz por las instalaciones. ¡Lo amé! la recomendación es que no lo acaricies, porque finalmente es un animalito salvaje. Pero nada más verlo es una experiencia inolvidable.
3.- El contacto con la naturaleza es impactante. En tu camino por las instalaciones verás insectos, aves, reptiles, iguanas, luciérnagas, geckos, mapaches, coaties, buhos, pájaros carpinteros, escarabajos color esmeralda… y muchos otros ejemplares que rondan sobre todo por las zonas más espesas de la vegetación.
4.- Xixim es un hotel eco chic 100% sustentable en todos los sentidos. Verena Gerber, fundadora y directora general, ha cuidado cada detalle para que así sea. Los bungalows y las áreas comunes están construidas con técnicas de nulo impacto ambiental; no hay aire acondicionado –no lo necesitas ya que los cuartos cuentan con ventiladores y con una distribución que garantiza la frescura en su interior-; la calefacción de las albercas se genera en paneles solares; el agua potable, proveniente de un pozo, es tratada en su totalidad y nunca llega al mar; el shampoo y el jabón son ecológicos y no vienen en empaques individuales; la basura es concienzudamente separada en basura orgánica y reciclada; se fumiga con sustancias naturales que no dañan a las especies; la flora del lugar está intacta… Tienes que estar ahí para que veas a qué me refiero.
5.- Aprenderás mucho sobre plantas. En los pasillos que conectan los cuartos con las áreas comunes hay un sendero marcado con números para que vayas reconociendo algunas de las especies más memorables, en conjunto con un mapa que encontrarás en tu habitación. Mis favoritos fueron dos árboles que me mostraron la sabiduría de la naturaleza y que están por todos lados. Uno se llama chechem, está marcado con listones rojos porque si lo tocas, ¡quema la piel! Curiosamente, a su lado suele crecer el chaká, cuya corteza descarapelada cura las quemaduras del vecino. La enfermedad y la cura juntas en la naturaleza, ¡eso es saber hacer las cosas!
6.- Es un paraíso en la playa. Por estar en una reserva ecológica, la playa está intacta, limpísima y preciosa. En la arena puedes ver miles de conchas que trae el mar y de hecho, de ahí el nombre del hotel. Xix en maya significa “concha” e im es “que perdura”. Xixim significa “restos de conchas”. En la orilla puedes ver cangrejos, pelícanos y otras aves, y ocasionalmente a Yaxil, buscando algún crustáceo o un huevo de ave para comer. El mar es una alberca. Tranquilo y de oleaje mínimo, puedes caminar y caminar hasta adentrarte y aun pisar la arena.
7.- Es el destino ideal para una Luna de miel, una escapada romántica, para un retiro de yoga o simplemente para descansar sola o con amigos. Xixim tiene 32 bungalows que están casi casi en la playa, orientados hacia el mar, de ahí que puedes disfrutar la vista desde su interior o en la terraza con cómodas sillas y hamacas. Incluso puedes llegar al mar desde tu cuarto, a través de un sendero. Es un lugar íntimo, tranquilo y perfecto para relajarte, con dos albercas de las cuales una es solo para adultos.
8.- La comida es ¡deliciosa! La propuesta culinaria del restaurante Zaximcestá basada en la gastronomía yucateca -¡buenísima!- e incluye ingredientes locales, como chaya –una hoja parecida a la espinaca que se utiliza mucho en la comida yucateca y que además, es todo un super food-, y por supuesto mariscos y pescados fresquísimos.
Los huevos motuleños son una delicia.
9.- Aunque es un destino ideal para descansar, ¡hay muchas actividades a tu alcance! La primera noche, por ejemplo, serás invitada a una ceremonia maya en la playa donde, frente al abuelo fuego y entre los sonidos del caracol, limpiarás tu energía dejando atrás aquello que no necesitas. Puedes practicar yoga en el salón de bienestar; disfrutar un delicioso y nutritivo jugo en la jugoterapia; darte un rico masaje; hacer kayak frente al hotel; pescar con yoyo –como se hace tradicionalmente en la zona- con los pescadores y luego cocinar tu pesca con ayuda del chef; dar un paseo en bicicleta a las salineras rosadas de Celestún y más.
10.- Por supuesto, no puedes perderte la excursión a la Ría de Celestún, donde puedes ver cientos flamencos rosados de diciembre a marzo –en estos meses llegan ahí a reproducirse, para después desovar en Río Lagartos-; nadar en idílicos ojos de agua entre manglares o vivir un safari nocturno para ver cocodrilos.
Xixim es un destino diferente, mágico y cien por ciento recomendable ya sea que vayas sola, con amigos, en pareja o en familia. ¡Tienes que experimentarlo!
Para más información, entra a www.hotelxixim.com o escribe a
info@hotelxixim.com
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