¿Te ha pasado que sientes que todos los demás son más felices que tú? Revisas Facebook y ves que la gente se divierte en sus vacaciones, se […]
¿Te ha pasado que sientes que todos los demás son más felices que tú?
Revisas Facebook y ves que la gente se divierte en sus vacaciones, se reúne con amigos, celebra sus logros. Tú, trabajas duro, luchas día a día por lograr tus objetivos y regresas a casa agotado.
Para consolarte, intenta analizar por qué estás en esta situación, lo sé, porque he estado allí. Tú puedes sabotear tu propio crecimiento sin darte cuenta. La buena noticia es que si pones atención a tu proceso de pensamiento, te darás cuenta que puedes recuperar el control de tu situación.
Si quieres empezar a ser feliz, recuerda lo siguiente:
A veces uno envidia lo que ve en otras personas, sin pensar que en las redes sociales únicamente se muestra la parte feliz y exitosa de sus vidas, comparamos sus éxitos con nuestros períodos difíciles.
En lugar de admirar el éxito en otras personas, enfócate en ti mismo.
Cuando te enfocas en ti mismo, te esfuerzas por avanzar cada día. Hay una sensación de plenitud a medida que trabajas en lograr un objetivo. Cuando dedicas tu energía en ti mismo, los logros y metas de otras personas se vuelven menos relevantes.
La gente frecuentemente opina acerca de las decisiones que uno toma, depende de tí que te afecte o no las opiniones de los demás.
Tú estás a cargo de cómo te sientes con las d decisiones que tomas, la gente FELIZ sabe que siempre habrá alguien que no esté de acuerdo con él/ella. Pero eso no importa. Lo que importa es esto: ¿estás haciendo lo mejor para ti y las personas que te rodean?
La confianza viene de aceptarte a ti mismo, independientemente de lo que piensen los demás. La confianza viene de hacer lo que uno cree. Si está uno seguro, la gente lo va a reconocer, eso se traduce en confianza.
Probablemente estás pensando, «¿Elegir ser feliz, no es algo natural y automático? «Creo que la felicidad es en gran medida una cuestión de mentalidad”. Si crees que necesitas «una cosita más» para serlo, ¿sabes qué? nunca lograrás ser feliz.
La felicidad viene de practicar el agradecimiento. Las cosas no siempre salen como uno desea, pero lo que parece malo en un inicio puede llegar a ser una bendición. Toma un momento para apreciar lo que tienes.
Hay cosas buenas que suceden en tu vida que las das por hecho. Ser feliz no significa quedarte estancado. Significa reconocer que estás en un viaje, dondequiera que éste te pueda llevar y debes saborear las cosas buenas (aún las difíciles) a lo largo del camino. Abrazar los retos que puedes estar enfrentando y aprender de ellos.
Todos tenemos momentos dolorosos o penosos del pasado. Si quieres ser feliz, decide cómo quieres lidiar con recuerdos dolorosos.
¿Te sientes resentido y amargado? Esto podría estar impidiéndote moverte hacia adelante. O, ¿reconoces acontecimientos dolorosos del pasado?, aprende de ellos y olvídalos. Lo mejor está por venir. La felicidad puede llegar de forma diferente, pero está a tu alcance si tú lo deseas.
Las personas con las que convivimos influyen en quién somos. Si notas que las personas que te rodean son tóxicas, es momento de alejarte. Es fácil permanecer en un ambiente negativo cuando sientes que no hay otra opción.
A veces puede ser aterrador decir la verdad. Por otro lado, puede ser liberador. Lo bueno de ser honesto es que no tienes que recordar mentiras, o sentirte mal contigo. Sobre todo, ser honesto con tu persona. Eres libre de tomar tus propias decisiones, y luchar por lo que crees.
La felicidad requiere esfuerzo y un cambio en la forma de pensar.
¡Tu puedes hacerlo!
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