¿Alguna vez te ha pasado que no puedes dejar de pensar en algo y tu mente parece estar corriendo un maratón? Pueden ser pensamientos obsesivos y no […]
¿Alguna vez te ha pasado que no puedes dejar de pensar en algo y tu mente parece estar corriendo un maratón? Pueden ser pensamientos obsesivos y no son nada placenteros, por eso checa estos cinco tips para ponerles un alto:
- Detecta estos pensamientos
El primer paso y el más importante para poder hacer algo al respecto es que aprendas a detectar cuando tienes este tipo de pensamientos. No, no está bien estar pendiente cada cinco minutos del celular para ver si ya recibiste ese tan esperado mensaje y lo peor, que no puedas concentrarte en nada más que en eso.
2. Nómbralo
Podemos llegar a tener pensamientos obsesivos por muchas situaciones: miedo a perder un empleo, a pelear con un amigo, a que tu pareja no te escriba, a no vivir de acuerdo a tus ideales, etc. De acuerdo a algunos especialistas, una de las mejores formas de obtener el control de la situación es identificar en una sola oración que es lo que te produce pensamientos obsesivos. Volviendo al ejemplo anterior, tal vez el hecho de que no llegue un mensaje de tu pareja no importe mucho, lo que en realidad te preocupa es el miedo a estar sola. Resúmelo en una oración y sabrás atacar el problema de raíz.
3. Practica meditación
Lo más interesante que nos enseña la meditación es a tener la mente en blanco mientras estamos conscientes de todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Podemos apreciar mejor las pequeñas cosas y concentrarnos en el presente. Intenta concentrarte y poco a poco los pensamientos obsesivos empezarán a desaparecer.
4. Acéptalo
Sé lo difícil que es aceptar que nuestras preocupaciones nos están afectando a un nivel mayor y a veces la gente que nos rodea no lo entiende. Lo más importante es que ya que identificaste qué es lo que te preocupa lo aceptes y lo entiendas. Aprende de ti misma y de tus sentimientos y acéptalos tal y como son. No desees que sean diferentes, más bien aprende de ellos y poco a poco irán desapareciendo.
5. Regálate 10 minutos para preocuparte
Pero sólo 10. Una vez que aceptes lo que está pasando será más fácil permitirte en esos 10 minutos pensar todo lo que quieras. A mi me pasó, por querer evitar a toda costa estos pensamientos que nos hacen daño, los presionamos y los guardamos pero al final son como una «olla exprés» y terminarán saliendo al exterior y de una peor forma. También es posible que no puedas dormir porque es cuando tu mente se pone a pensar en mil cosas, por eso es importante que le permitas a tu mente que en un periodo corto analice tus miedos y preocupaciones.
¿Hay alguna otra cosa que te haya funcionado para detener estos pensamientos? ¡Cuéntanos en nuestras redes sociales!
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