Quiero compartir contigo mi experiencia probando la cámara D5500 de Nikon en un recorrido muy especial que se convirtió en una lección reveladora. Hace unos días […]
Quiero compartir contigo mi experiencia probando la cámara D5500 de Nikon en un recorrido muy especial que se convirtió en una lección reveladora.
Hace unos días recibí la invitación de Nikon para probar su cámaras, recorriendo un tramo de las colonias Roma y Condesa en una ruta llamada Memorias de tu ciudad. Mi expectativa estaba limitada a probar el equipo pero resultó muy enriquecedora. Para explicarte el porqué, necesito contarte brevemente mi época de estudiante.
Cuando estudiaba comunicación me encantaba tomar fotos, incluso era becaria en el taller de fotografía. Tenía una cámara reflex manual (no existían las digitales) y disfrutaba de enfocar, buscar el mejor ángulo y experimentar con diferentes encuadres. Después comencé a trabajar en radio y en el ámbito editorial por lo que guardé mi cámara. Ahora la mayoría de las fotos que tomo son con mi celular y no veo a través del visor, sino de la pantalla del smartphone.
Así que cuando tuve la cámara D5500 en mis manos, me sentí muy insegura, casi no he usado las digitales y tardé un rato en acoplarme pero cuando lo conseguí comencé a disfrutar la experiencia.
Durante el recorrido nos acompañó el fotógrafo profesional José Jiménez conocido como el fotógrafo viajero, para darnos tips de cómo tomar mejores fotografías. Platicando con él le pregunté si sentía que se ha perdido algo con la tendencia de capturar imágenes con el celular en lugar de hacerlo con una cámara. Me dijo que el siente que hemos perdido el interés de observar, que nos apuramos a tomar una foto sin fijarnos de verdad en lo que retratamos o nos importa más tomar una selfie para compartirla inmediatamente.
Tu ciudad está llena de lugares fascinantes, de texturas, colores e historias, las cuáles te estás perdiendo por siempre andar de prisa. ¿Hace cuanto tiempo que no te detienes a observar los detalles de una construcción o estar en silencio disfrutando lo que ocurre a tu alrededor? El detenerme a tomar fotos me hizo darme cuenta de esto. José lo decía al inicio de nuestro recorrido: «Van a ver la ciudad de forma distinta». Y tuvo razón.
Ya en confianza me puse a jugar con la cámara y ver las opciones que me ofrecía, experimentando con algunas de ellas. Es impresionante como una misma imagen puede cambiar si se satura el color o la tomas con las opciones creativas.
Como puedes darte cuenta por la expresión de mis colegas, no fui la única que disfrutó el recorrido. Cada uno experimentó con las cámaras de diferentes formas. Yo me clavé con los efectos especiales. Mi preferido por supuesto fue el de la ilustración. ¡Quería tomar todas las fotos con esta opción!
De esta experiencia además de quedar fascinada con lo que puedes hacer con las cámaras Nikon, me quedo con el gusanito de recuperar esa pasión por la fotografía, pero sobre todo, de bajarle a mi acelere y recuperar mi capacidad de asombro ante lo cotidiano y la hermosura de lo que me rodea.
Te invito a desempolvar tu cámara o conseguir una y atreverte a descubrir tu ciudad con otra mirada. ¡Vale la pena!
¿Que te pareció mi experiencia, has vivido alguna similar? Compártenos la tuya.
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