Estas pequeñas grandes aliadas te ayudarán a mantener tu microbiota en buen estado.
Las legumbres son un grupo de alimentos de origen vegetal que se caracterizan por ser una excelente fuente de proteínas, fibra, vitaminas y minerales. Además, son un alimento económico y versátil que se puede incluir en una gran variedad de platillos. Por si esto fuera poco, son un gran aliado para cuidar tu microbiota.
En los últimos años, se ha descubierto que las legumbres también tienen un impacto positivo en la microbiota intestinal, la comunidad de bacterias que vive en nuestro intestino. La microbiota intestinal juega un papel fundamental en la salud digestiva, la inmunidad y el metabolismo. Por su aporte de fibra, proteína y probióticos, las legumbres resultan en una gran ayuda para nuestro intestino.
1. Garbanzos: son una de las legumbres más populares y nutritivas. Son ricos en fibra, proteínas, hierro y vitaminas del grupo B. Además, contienen prebióticos, que son alimentos que favorecen el crecimiento de las bacterias beneficiosas en el intestino.
2. Lentejas: son otra legumbre muy rica en fibra y proteínas. También son una buena fuente de hierro, potasio y ácido fólico. Las lentejas son fáciles de digerir y se pueden cocinar de muchas maneras diferentes.
3. Frijoles negros: son ricos en fibra, proteínas, hierro y antioxidantes. Los frijoles negros son un ingrediente esencial en muchos platos de la cocina mexicana y latinoamericana.
4. Alubias blancas: son ricas en fibra, proteínas, hierro y calcio. También son una buena fuente de vitamina B6 y ácido fólico. Las alubias blancas se pueden cocinar en guisos, ensaladas y sopas.
5. Habas: ricas en fibra, proteínas, hierro y vitamina C. También son una buena fuente de potasio y magnesio. Las habas se pueden cocinar frescas o secas.
Para mejorar la digestión de las legumbres, es importante cocinarlas correctamente.
Algunas recomendaciones son:
Las legumbres son un alimento saludable y nutritivo que puede tener un impacto positivo en la microbiota intestinal. Incluir legumbres en tu dieta de forma regular puede ayudarte a mejorar tu salud digestiva, inmunológica y metabólica.