Comprende qué los provoca y cómo tratarlos.
¿Sabías que los cambios hormonales pueden afectar tu piel de formas inesperadas, y una de las manifestaciones más comunes es la aparición de granitos? Los granitos por hormonas pueden surgir en diferentes etapas de la vida debido a fluctuaciones hormonales específicas. A continuación, te contamos de 4 momentos clave en los que es probable que experimentes este fenómeno y cómo manejarlos.
1. Embarazo
El embarazo es una de las etapas donde los cambios hormonales son más evidentes. Durante esta fase, se produce un aumento en la producción de progesterona, que puede estimular las glándulas sebáceas, haciendo que la piel produzca más grasa. Como resultado, los poros se obstruyen con mayor facilidad, provocando la aparición de granitos.
Si este es tu caso, puedes usar productos de limpieza suaves y libres de aceite, evitar productos con ácido salicílico o retinoides, ya que no se recomiendan durante el embarazo, y consultar a un dermatólogo para utilizar productos seguros y efectivos.
2. Momentos de estrés intenso
El estrés emocional en momentos difíciles, como pasar por un divorcio, una mudanza, o vivir una pandemia mundial, también provoca alteraciones hormonales, especialmente con el aumento de la producción de cortisol, la llamada “hormona del estrés”. El cortisol estimula las glándulas sebáceas, lo que aumenta la producción de sebo, generando el entorno perfecto para la aparición de granitos.
Intenta practicar técnicas de relajación, como la meditación o la respiración consciente; establece rutinas de autocuidado y busca apoyo emocional si es necesario. También puedes usar productos que controlen la producción de grasa en la piel, como limpiadores con ácido glicólico o niacinamida.
3. Perimenopausia
La perimenopausia es la etapa de transición hacia la menopausia, donde se produce una disminución progresiva de los niveles de estrógeno y un aumento relativo en los niveles de testosterona. Este desequilibrio hormonal puede estimular la producción de grasa en la piel, provocando la aparición de acné adulto, especialmente en la zona de la barbilla, la mandíbula y el cuello.
En este caso, lo mejor es consultar a tu médico sobre posibles tratamientos hormonales si el acné es persistente.
4. Dejar de menstruar
Al dejar de menstruar, los niveles de estrógeno disminuyen drásticamente, mientras que la testosterona puede mantenerse constante. Esta situación favorece la estimulación de las glándulas sebáceas, lo que aumenta la probabilidad de que los poros se obstruyan, generando granitos. Aunque es más común la sequedad de la piel en esta etapa, algunas personas experimentan brotes de acné tardío.
Para manejarlo, usa cremas hidratantes ligeras y no comedogénicas que no obstruyan los poros, además de considerar la posibilidad de usar productos con retinol, que también ayudan a combatir los signos de la edad, y de consultar a un dermatólogo si los brotes persisten.
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