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5 ciclos del desarrollo sexual: lo funcional y lo disfuncional

Por: Mujer de 10 11 de Julio
5 ciclos del desarrollo sexual: lo funcional y lo disfuncional
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La sexualidad plena requiere libertad emocional y el despliegue de los cinco ciclos del desarrollo sexual a través de sus fases naturales. Si existe algún bloqueo emocional […]

La sexualidad plena requiere libertad emocional y el despliegue de los cinco ciclos del desarrollo sexual a través de sus fases naturales. Si existe algún bloqueo emocional y se reprimen los sentimientos, no se podrá experimentar el orgasmo total, contacto pleno con el otro, ni el bienestar total.

Los cinco ciclos del desarrollo sexual permiten nuestro desarrollo y plenitud. Idealmente, no se puede dejar un ciclo y pasar al otro sin haber completado el anterior, ya que la energía residual permanece y nos quedamos en ella de manera neurótica y disfuncional.

1.- Ciclo corporal o de nacimiento / 1 a 5 años
La energía sexual es hacia adentro, aprendemos a ingerir alimento y procesarlo, a gatear, hablar, jugar, con nuestra fuerza primaria conectándonos al mundo físico. Jugamos y exploramos nuestro cuerpo, como una experiencia esencial para el desarrollo sexual; aprendemos a contactar con nosotros mismos antes de tocar a otros.

Lo funcional: Si se nos permite amarnos y autoexplorarnos tranquilamente, nuestra sexualidad estará implícitamente aceptada, afirmada e integrada a nuestro instinto de valoración propia. Tendremos entonces una base sólida.

Lo disfuncional: A los niños que se les regaña por explorar sus cuerpos, se les reprime y se les comienza a decir que partes son prohibidas, sin mencionarlas u observarlas, y de esta represión del instinto natural surgen las futuras neurosis sexuales. ¿Cómo se puede aprender a amar y a confiar en el propio cuerpo si los impulsos son motivo de castigo e humillación?, ¿cómo puede entender un niño, con una mente inocente, que algo natural es prohibido, sucio y malo? Se crea entonces una conexión entre autoexploración y castigo, provocando de adulto represión al placer para evitar dolor (frigidez, anorgasmia, vaginismo) o bien tendencia a relacionar placer con dolor y prohibición (sadomasoquismo, pornografía y perversión).

Nos quedamos atrapados emocionalmente entre lo que sentimos y deseamos contra lo que «debemos» de hacer. Somos separados de nuestra primera relación con nosotros mismos. Sin una base adecuada, nuestra vida adulta no tendrá un equilibrio sexual, por su ausencia o su exceso.

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2.- Ciclo de la infancia / 5 a 10 años
Nuestra sexualidad se manifiesta con la exploración y juegos inocentes con amigos de nuestro propio sexo. Se genera la consciencia de pertenecer a un sexo, femenino o masculino. Puede que ocurra algún contacto físico a esta edad con alguien de nuestro mismo sexo o con el otro quizás de una manera totalmente exploratoria e inocente. Nuestros corazones se abren a la experiencia del vínculo de la amistad. La energía sexual a esta edad se manifiesta con cosquillas, abrazos, tocarse mutuamente, juegos, etc. Se abren nuestras fronteras experimentando por primeras veces los contactos con los demás.

Lo funcional: La energía sexual se procesa a través del corazón y la amistad. Se crea una conexión entre sexualidad y sentimiento, energía vital y corazón, donde la energía sexual fluye positivamente a través del corazón en la edad adulta. Cuando el sexo proviene del cuerpo es una necesidad, cuando viene de la mente es fantasía, cuando viene del corazón es amor, siendo la conexión más especial.

Lo disfuncional: No podemos ser amantes, si no aprendemos a ser amigos, y no podemos ser amigos si estamos tensos y nerviosos por tocarnos mutuamente.

3.- Ciclo de la pubertad / adolescencia
En esta etapa nuestra sexualidad se hace totalmente consciente y se convierte en una figura central en nuestra adolescencia. Es una etapa de exploración y experimentación.

Lo funcional: Energía autocreadora de forma constructiva. Sean cual son las reglas de la sociedad, realizamos nuestros primeros acercamientos sexuales ya sea de forma tímida u osada, con temor o valentía, restringida o extensa. Lo importante es el experimentar, el foco no está en una relación permanente, no en el para siempre sino en el ahora. En esta etapa descubrimos nuestra propia personalidad y expresión sexual. Es importante que los adolescentes reciban la adecuada información en la práctica de sexo seguro.

Lo disfuncional: Acortar los años de crecimiento y desarrollo de sensualidad con embarazos o matrimonios entre adolescentes, ya que se corre el riesgo de estar frustrado de por vida. Lo ideal es ofrecerle al adolescente maneras sanas de explorar y desarrollar la expresión sexual. Una pubertad negativamente tardía, por otro lado, ocurre en una gran mayoría de adultos que se comportan a sus treinta o cuarenta años como adolescentes, siendo la ignorancia y el miedo emociones restrictivas, cuando lo que se requiere es expansión y exploración. El resultado en la adultez: impotencia, frigidez, eyaculación precoz, sexo mecánico.

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4.- Ciclo de madurez
Si hasta ahora el desarrollo ha sido de manera plena y natural, surge el deseo de formar pareja y familia en este período. El compromiso se manifiesta a través de realizar un proyecto de vida en conjunto. El sexo entonces se convierte en algo más lírico, algo más profundo.

Lo funcional: La intimidad sexual comprometida, la plenitud del encuentro sexual requiere entonces de completar lo que quedó incompleto en nuestras anteriores fases sexuales, aprender a amarse a uno mismo SIN SENTIMIENTO DE CULPA O VERGÜENZA, forjar el vínculo entre amistad y sexualidad.

Lo disfuncional: Muchos de nosotros hemos sido heridos emocionalmente en el camino de la vida, de tal manera que las heridas sexuales, temores, dudas, ignorancia, represión (de cuerpo, corazón o mente) reducen y llegan a destruir la mejor de las relaciones.

5.- Ciclo de la vejez
A medida que avanzamos en la vida y llegamos a la vejez, nuestra energía sexual se vuelve hacia adentro llegando a un posible celibato, lo cual no significa que ya no tengamos relaciones sexuales, sino que la relación va más allá del encuentro sexual, se convierte en una expresión de cariño y ternura.

Lo funcional: Nuestra energía sexual y erótica se difunde a través de nuestra vida y llega a esta etapa de una manera plena y satisfactoria con la sensación de haber disfrutado nuestro paso por el camino recorrido.

Lo disfuncional: Se llega a la vejez sin tener esta sensación de estar completos, hay una parte nuestra que no se siente libre y pareciera que falta algo para regresar a esa libertad de como cuando éramos niños, enriquecidos ahora con el conocimiento, amistad, autoconocimiento y relacionados espiritualmente con lo que nos rodea.

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El cuerpo, es el lugar donde comenzamos y terminamos. El poder de reconocer y movernos libremente es nuestro, nos pertenece por derecho propio. Tenemos el poder de ser sensuales, de tener orgasmos totales, nos pertenece por derecho propio. El poder de armonizar con la vida, con sus fases y con los cinco ciclos del desarrollo sexual también nos pertenece. El poder de ser plenos.

Joseph Estavillo es psicoterapeuta Humanista-Gestalt y Coach. Tiene especialidad en terapia de pareja, sexualidad y certificación en Coaching Ontológico Multidimensional. Puedes escribirle a jhestavillo@gmail.com

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