Estas son unas pequeñas historias de terror que no te dejarán dormir, y aunque son cortas, no necesitamos más que 3 renglones para ponerte los pelos de punta. […]
Estas son unas pequeñas historias de terror que no te dejarán dormir, y aunque son cortas, no necesitamos más que 3 renglones para ponerte los pelos de punta.
Mi hija no deja de llorar y gritar en medio de la noche. Visito su tumba y le pido que se detenga, pero nada de lo que digo ayuda.
Después de un día llegué a casa a ver a mi novia, embarazada de nuestro hijo. No sé que fue más aterrador, ver a mi novia muerta abrazando a nuestro hijo muerto, o saber que alguien entró en mi apartamento para colocarlos allí.
Lo último que vi fue la luz de mi alarma sonando a las 12:07 am, después de que ella me enterró sus uñas en el pecho y con la otra mano callaba mis gritos.
Me desperté aliviado de que sólo fuera un sueño, miré mi alarma y eran las 12:06. Un segundo después, se abrió la puerta de mi closet.
Tu mamá te llama a la cocina. Bajas por las escaleras, se escucha un murmullo del armario diciendo «No vayas hija, yo también lo escuché».
La cara sonriente me miró fijamente desde la oscuridad de la ventana de mi dormitorio. Yo vivo en el piso 14.
Después de tantos años viviendo sola en esta gran casa, llegué a una sorprendente revelación: hasta este momento, había cerrado mucho más puertas de las que había abierto.
Me desperté al oír golpes en el vidrio. Al principio, pensé que era la ventana hasta que oí que venían del espejo de nuevo.
Me ha estado viendo desde hace horas… A veces miro de reojo su reflejo en la pantalla de la computadora, pero no me atrevo a voltear.
Entregaron los maniquíes en plástico de burbujas. Desde la sala principal empiezo a oir cómo estallan.
«¡Estúpido!» Lloré mientras me ataba a los rieles, «¿no sabes que esta línea ha sido abandonada por años?» » Por supuesto que lo sé » , dijo, alejándose , «nadie viene aquí nunca. »
Mi hermana dice que mamá la mató. Mamá dice que no tengo una hermana.
No le temas a los muertos, búscalos abajo de tu cama, dentro de tu clóset, a los lados, nunca los encontrarás. Sólo no los busques arriba, no les gusta que los encuentres.