A todas nos ha pasado que de repente compramos unos zapatos segurísimas de que nos quedan geniales y a la mera hora sentimos que nos aprietan ¡y […]
A todas nos ha pasado que de repente compramos unos zapatos segurísimas de que nos quedan geniales y a la mera hora sentimos que nos aprietan ¡y los amas! Así que para que no sufras te dejamos unos trucos para agrandar tus zapatos y que te dejen de lastimar.
- Con alcohol para frotar (isopropílico)
Vacía un poco de alcohol en un algodón y aplica en el área que desees estirar. Inmediatamente, ponte los zapatos y camina un poco. Esto hará que el material ceda un poco mientras esté mojado. Es importante hacerlo rápido, pues al secarse dejará de funcionar.
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Usa secadora y calcetines
Con este truco lo único que necesitas son unos calcetines gruesos y una secadora. Ponte los calcetines y luego los zapatos. A continuación prende la secadora y aplícalo en tus zapatos durante unos minutos.
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Congélalos
El hielo también puede ayudarte a agrandar tus zapatos. Lo más recomendable es poner agua en bolsitas de plástico y meterlos al congelador. Mientras el agua se congela se empezará a expandir, lo que ayudará al mismo tiempo a estirar tus zapatos.
- Usalos en tu casa
Sí sólo necesitas acoplarte bien a ellos, ponte calcetines y úsalos por toda la casa antes de arriesgarte a sacarlos. Poco a poco se irán sintiendo más cómodos.
- Sumérgelos en agua caliente
Si son zapatos de piel los que quieres agrandar, intenta sumergirlos en agua caliente. Déjalos ahí por lo menos 10 minutos y luego póntelos durante una hora o dos para que terminen de estirar.
¡Inténtalo y cuéntanos cómo te va!
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