Estas son las cosas que debes saber para que tu lavadora funcione por mucho tiempo.
Las lavadoras ya son un instrumento infaltable en los hogares modernos, y si no tenemos, la vida se complica un poquito más. Es por eso que si tienes el privilegio de contar con una en casa, debes darle el mantenimiento requerido para que la puedas aprovechar por mucho tiempo.
Aquí te contamos qué hacer para que siempre funcione bien y no te de sorpresas a media lavada.
¿Cómo sé si mi lavadora necesita mantenimiento?
La primera pista es que no lo hayas hecho desde que la compraste. El chequeo y optimización de tu máquina debe ser de vez en cuando y si nunca lo has hecho pues ya no podemos perder más tiempo.
Las señales a las que debes poner atención, que son un grito de ayuda de tu lavadora, son:
Lo más obvio, fugas de agua, que vibre demasiado y se esté desacomodando con frecuencia.
Si tu ropa sale con muchos residuos raros u oliendo feo. Esto puede ser acumulación de detergente, pelusas, y hasta moho, por lo que tiene que ser atendido con urgencia.
Y otra cosa a revisar es el monitor o botones de mando. Si de plano no funcionan, es hora de un buen chequeo.
Mantenimiento para tu lavarropa
Para comenzar, el tambor (la parte donde metes tu ropa para lavar) debe ventilarse después de cada uso. Idealmente, dejando la puerta de la máquina abierta es más que suficiente. Puedes pasar un paño limpio por toda la superficie de esta parte, y pon especial atención en las gomas donde sella la puerta, ahí es donde se suelen crear hongos y moho. Puedes usar algún producto de desinfección o un poco de cloro.
Otra cosa muy importante para cuidar de esta parte es no pasar el límite de ropa que cada lavadora marca. Puedes hacer que trabaje de más, dañando los motores y el sistema de centrifugado.
Busca en dónde se encuentran los filtros de tu lavadora, pues cada modelo lo tiene en diferentes lados. Lávalos periódicamente, porque aunque queden dentro del tambor con la ropa, su función no permite que queden limpios después de cada uso.
Hay una parte de las lavadoras que muchas personas no usan: el dispensador de jabón o detergente. Si no la tocas, sólo pásale un trapito para quitar cualquier rastro de basura o polvo que pueda tener.
Si sí porcionas tu jabón a través de ese compartimento y es desmontable, sácalo y enjuágalo bien para que salgan todos los residuos de productos.
Las mangueras del paso de agua pueden llegar a taparse. Lo que debes hacer es desconectarlas de la llave y cepillar lo que sea necesario, incluyendo el filtro de entrada. Repite lo mismo con las conexiones del desagüe, ahí probablemente encontrarás más suciedad y pelusas, así que prepárate con unos buenos guantes.
Revisa que sellen bien en cada entrada y salida. Que no tienen grietas ni rupturas y que no hay fugas de ningún tipo.
Hay productos especiales para la limpieza de los sistemas internos de las lavadoras. Pones a trabajar el tipo de ciclo que la etiqueta del limpiador indique y dejas que solito haga magia. Lo que prometen es disolver cualquier obstrucción y suciedad desde el tambor, hasta el desagüe.
Por último y no menos importante, la limpieza exterior.
Con un trapo humedecido en agua con jabón, limpia el cuerpo de la máquina. Y al terminar con todo lo anterior, deja las puertas abiertas de la lavadora para que cada rincón pueda secarse correctamente.
Estos son los pasos básicos a seguir para darle un mantenimiento periódico a tu electrodoméstico. Si ves que aun con esta base de cuidados hay problemas, puedes buscar a un técnico especialista a través de la página oficial de la marca con la que compraste tu lavadora.
