Ya sea que tengas que ir a estudiar o trabajar fuera de tu ciudad o que hayas decidido que ya era tiempo de salir volando del nido, vivir sola es […]
Ya sea que tengas que ir a estudiar o trabajar fuera de tu ciudad o que hayas decidido que ya era tiempo de salir volando del nido, vivir sola es un paso importante en la vida de cualquier persona. Porque sabemos lo difícil que es te decimos 10 cosas que tienes que saber antes de tomar este gran paso.
1. La única responsable de ti serás tú misma
Vivir solos nos puede llegar a hacer sentir invencibles pero como dice la cita de Spiderman: «Un gran poder conlleva una gran responsabilidad». Ya no va a haber nadie para despertarte si se te hace tarde en las mañanas, recordarte que no haz comido verduras en una semana, citas con doctores, visitas al mecánico, que ya se va a vencer el pago de la tarjeta más que tú.
Consejos:
- Toma las riendas de tu vida desde el principio. Si tienes un smartphone no dependas 100% de el. Compra un buen despertador y una buena agenda y ¡usálos! Cada vez se hará más fácil recordar citas y fechas de vencimientos, pero en lo que te las aprendes de memoria, escribe todo.
- Trata de seguir los consejos de tus padres lo mejor que puedas. Esto incluye no comer mucho mugrero, incluir algunas verduras en tu dieta, usar hilo dental, no dejar que se sequen manchas de líquidos en el suelo, etc.
- El refrigerador no se rellena solo y tu ropa no se lava por arte de magia. Haz tiempo para ir al súper y para ir a la lavandería una o dos veces por mes. Es por tu propio bien.
- Valora tu tiempo. Nadie más va a hacerlo si tu no lo haces primero.
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2. Uno no sabe lo que tiene hasta que tiene que pagar la renta
…y el recibo de luz, y el del gas, y el del agua, y el recibo del celular, y el del internet, y comprar el súper, y gastar en transportes, y pagar tarjetas.
Consejos:
- Aprende a hacer un presupuesto. Esto va a evitar que te quedes sin dinero el primer fin de semana después de la quincena y seguirlo mes con mes te va a salvar de muchísimo estrés que después podría ocasionarte malestares físicos o mentales (los cuales pueden ser muy costosos).
Forbes tiene esta tabla de porcentajes de gastos mensuales que puede ayudarte:
Puedes seguir esta tabla o encontrar alguna otra manera de hacer un presupuesto que sientas que te convenga más en internet. El chiste es que lo hagas.
- Hazte la costumbre de ahorrar. La mayoría de las veces que dices «Bueno, este mes gasto tantito más pero el siguiente lo repongo» es mentira. Respeta el porcentaje y sólo gasta lo asignado. La tú del futuro te lo agradecerá.
- Contrata a un contador. El dicho también podría decir «Uno no sabe lo que tiene hasta que tiene que reportarlo a Hacienda». Si vas a trabajar de freelance de cualquier cosa pero no tienes idea de cómo funcionan los impuestos contrata a un contador en quien confíes. Es un gasto que se paga sólo al evitarte vueltas y pagos de multas por errores o atrasos.
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3. Saber cocinar no es anti-feminista
Saber cocinar es una técnica de supervivencia. Comer fuera o pedir a domicilio muy seguido te dejará con una cartera flaca y un estómago inflado en poco tiempo. Sí, da mucha flojera llegar de un día largo de trabajo a hacerte de cenar pero si planeas bien tus tiempos es muy fácil. Intentalo. Verás que es sumamente gratificante saber que puedes alimentarte con tus propias manos.
Consejos:
- Si tienes oportunidad de que algún familiar o amigo te enseñe a cocinar, pégateles desde ahorita y no te les despegues hasta que tu arroz quede perfecto sin necesidad de echarle 15 veces agua.
- Haz del internet un maestro de cocina personal. Hay miles de sitios con recetas súper fáciles, baratas y deliciosas que quedan listas en menos de media hora. Sácales provecho.
Te recomendamos los sitios de Cocina Vital, Budget Bytes y Good Cheap Eats para tips y recetas que pueden servirte.
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4. Una casa limpia no tiene precio
Confía en nosotras. Hay pocas cosas mejores que llegar a una casa limpia después de un día pesado de trabajo o escuela.
Consejos:
- Haz un espacio dentro de tu agenda para esta actividad y respétalo aún si la cama o la tele te empiezan a hacer ojitos.
- Compra productos de limpieza que te ayuden a hacer esta tarea menos pesada (sin salirte de tu presupuesto, claro).
- Acompáñate de la música más bailable que tengas en tu playlist para que te ponga de buen humor. ¡Prohibidas las canciones de desamor en este tiempo!
- Pregunta qué días pasa la basura desde el principio. Esto va a evitar que de repente te encuentres con acumulamiento de basura en la entrada (o peor, adentro) de tu casa.
- Si llegaras a tener suficiente presupuesto como para contratar a alguien que te ayude con la limpieza, hazlo. Vale la pena.
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5. Ensuciarte las manos puede ahorrarte dinero
Hay reparaciones básicas de la casa que puedes aprender a hacer que te van a ahorrar dinero, pero para hacerlas vas a tener que ensuciarte tantito.
Consejos:
- Si tienes carro, aprender a cambiar llantas, aceite y agua es algo que te va sacar de muchos problemas sin costarte mucho dinero.
- Piérdele el miedo al destapacaños. Un baño tapado muchas veces no necesita de plomeros que te van a cobrar $300 pesos por usarlo.
- Aprende a usar un taladro y el martillo. Puede ser la diferencia entre que la decoración de tu casa salga en una millonada o que sea un gasto razonable.
- Saber prender y apagar el boiler es muy importante. Sigue las instrucciones que vengan pegadas en el aparato al pie de la letra siempre. Si no tiene, pregúntale a un plomero, anota sus indicaciones y síguelas siempre.
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5. Vas a aprender a decir «NO»
Va a haber veces en las que te vas a encontrar a ti misma deseando haber dicho que no cuando te preguntaron «¿Podemos hacer el after en tu casa?». No te sientas mal. Esto no quiere decir que te estés convirtiendo en una ermitaña sangrona. Simplemente pasa que, al hacerte responsable de ti misma, empiezas a valorar cosas como el no tener que estar corriendo a gente a las 8:00 am porque tienes una cita a las 9:00 am de la cual llegas cansada a tener que limpiar (admitámoslo, es muy raro que alguien te ayude a limpiar, por más que te juren y te perjuren que sí lo harán).
Consejos:
- Ni modo. Vas a tener que ser honesta contigo misma y evaluar cuando vale la pena decir sí y cuando mejor dices que no. No hay de otra.
- También se honesta con tus amigos o compañeros. No quieras zafarte con frases como «Es que van a fumigar mi casa» o «Este fin tengo visita de unos primos de Europa» porque luego es difícil estarte acordando de las mentiras y vas a quedar peor. Mejor di la verdad.
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7. Tu cuerpo puede ser el mejor de los amigos o convertirse en tu némesis
Típico que sientes como que te va a dar gripa pero te vale y como quiera vas a la fiesta, te desvelas, te enfrías y el resultado es que por la siguiente semana no puedes levantarte de la cama porque sientes que te vas a morir. Como ya no va a haber nadie que te cocine una sopita de pollo a las 4:00 am o te compre la medicina que necesitas y te la lleve hasta tu cama es mejor que aprendas que hacerle caso a lo que te dice tu cuerpo lo puede convertir en tu mejor amigo.
Consejos:
- Haz lo que tu cuerpo te indique. Si te sientes cansada, descansa. Si te sientes enferma, ve con el doctor. Si te sientes triste, busca apoyo. Si te sientes borracha, deja de tomar.
- Toma suplementos multivitamínicos. Son muy recomendables para darle una ayudadita extra a tu cuerpo para que no se quede sin energía o se enferme muy seguido.
- Sal preparado para inclemencias climatológicas conforme a tus posibilidades. Sobre todo si vives en una ciudad con clima extremoso.
- Algunas farmacias tienen servicio a domicilio. Investiga si las que tienes cerca tienen este servicio para que puedas utilizarlos en caso de emergencias.
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8. Te vas a aburrir
¿Nunca te pasó que le dijiste a tu mamá «Estoy bien aburrida» a lo que tu mamá te contestó «¿Ah, sí? Pues ponte a lavar los trastes» y te pusiste a hacer coraje porque qué flojera pero para cuando terminaste ya estabas más enojada que aburrida? ¿O que tal esas vez que no había nada interesante en la tele ni en el internet, así que fuiste al cuarto de tu hermano para molestarlo con preguntas de la novia? ¿Algo de esto te suena familiar?
Bueno, pues ahora imagínate estar así de aburrida y que ni tu mamá, ni tu hermano, ni tu papá, ni tu mejor amigo, ni tu tía de cariño están disponibles para visitar o escucharte. Qué horror, ¿no? ¡Nah! No pasa nada. Hasta la fecha, nadie se ha muerto de aburrimiento. Es más, estar aburrido en cierta medida puede resultar productivo.
Consejos:
- No tengas miedo a sentirte así. El aburrimiento es un sentimiento natural del ser humano. ¡Respira hondo! Es probable que en pocos minutos se te pase.
- Aprovecha esos momentos para meditar o simplemente para desconectarte de la sobreestimulación del internet, redes sociales, mensajes, llamadas, trabajo, correos, tráfico…
- Dicen que aburrirse estimula la creatividad. Si te sientes muy aburrida, ponte a escribir (a mano) o a leer o saca la guitarra que te regaló tu abuelita y entretente volviendo a practicar. Nadie te va a ver. Nadie te va a juzgar.
- Trata de no llenar los tiempos de aburrimiento adoptando nuevos vicios como fumar, tomar o comer de más o en estar pensando cosas negativas.
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9. Pedir ayuda =/= no poder sola
Pedir ayuda no te hace menos fuerte ni capaz. Todos la necesitamos en diferentes momentos para diferentes cosas. Es mejor tener quien te ayude aunque no lo necesites que necesitar ayuda y no tener a quién pedírsela.
Consejos:
- Si te da pena pedir ayuda, empieza por pedirla a gente a la que le tienes confianza. Esto va a lograr que te sientas mejor cuando tengas que pedirla a alguien más.
- Cuando tengas que pedirle ayuda alguien a alguien a quien no le tienes tanta confianza trata de adecuarte a sus tiempos y condiciones lo más que puedas. El ceder un poco el control puede ayudar a hacer las cosas más llevaderas para los dos.
- Si alguien te ofrece ayuda cuando la necesitas, acéptala. A menos que sientas que la oferta no es sincera o que va a implicar algún compromiso con el que no estás de acuerdo.
- Siempre da las gracias y trata de regresar el favor ya sea con otro o con un detalle como una comida o unas cervezas.
- Preséntate con tus vecinos. En las series de televisión de repente vemos que cuando alguien se muda a una nueva casa llegan los vecinos a ofrecerles platos de comida para conocerlos. Si esto no te pasa a ti que no te de pena ser tú la que les lleve una bolsita de galletas para conocerlos. Si no tienes dinero para 10 bolsitas de galletas, no lleves nada. Sólo toca su puerta, preséntate y se cortés con ellos cada ves que los veas. Esto extenderá tu grupo de apoyo.
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10. Buscar seguridad no te convierte en una paranoica.
Es normal que en lo que te acostumbras a los ruidos de tu nueva casa te levantes preguntando “¿fue aquí?” cada que el vecino abre su ventana o que no quieras abrir la puerta si sientes que alguien viene caminando muy cerca de ti en la banqueta. Tranquila. No está mal estar alerta de tus alrededores.
Prepararte para emergencias no quiere decir que tengas que cerrar tu puerta con tres candados, dormir con un bote de pepper spray en tu mesita de noche y tener los teléfonos de emergencia como favoritos en tu celular para poder dormir tranquila, pero si eso es lo que necesitas, está bien también.
Consejos:
- Apréndete las rutas y salidas de emergencia del edificio con anticipación para que, en caso de temblores, incendios o lluvias fuertes, sepas qué hacer.
- Dale una copia de las llaves de tu casa a alguien de extrema confianza. Siempre es bueno saber que alguien más puede tener acceso a nosotros en caso de necesitarlo.
- Guarda los números de bomberos, policía y hospital u ambulancia en un lugar de fácil acceso. Ya sea pegados en el refri o grabados en tu celular.
- Guarda los datos de tus seguros en tu cartera.
- Otra cosa que tienes que saber es que es más importante sentirte segura que quedar mal con alguien. Te lo repetimos: es MÁS importante sentirte segura que quedar mal con alguien. No hay nada de malo en hacerle caso a lo que sientes. Si estas en un lugar en el que no te sientes a gusto o estas con alguien que te da mala espina, no hay nada de malo en hablarle a un taxi seguro o a algún amigo e irte de ahí. No necesitas excusas. Si ese lugar es tu casa, salte y háblale a algún vecino o ve a casa de algún amigo. Si lo que te da miedo es llegar a tu casa, háblale a alguien de confianza para ver si puedes quedarte con ellos.
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Estas son las 10 cosas que podemos decirte antes de que vayas a vivir sola que pueden facilitarte la vida. Aplica las que te sirvan.
También puedes leer la lista de los 35 objetos imprescindibles para mudarte que tenemos para ti.
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Ahora sí
¡Disfruta tu libertad!