Ser mamá primeriza viene con mil emociones: ilusión, cansancio, dudas y, claro, uno que otro accidente inesperado. La pañalera se convierte en tu mejor aliada para sobrevivir fuera de casa con tu bebé.
Pero, ¿qué es lo que realmente necesitas llevar para no cargar de más y estar lista ante cualquier imprevisto? Aquí te compartimos los básicos de la pañalera que sí te salvan.
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La regla de oro es sencilla: un pañal por cada dos horas fuera de casa. Así evitas quedarte corta si la salida se alarga. Acompáñalos siempre con un paquete de toallitas húmedas; son indispensables no solo para el cambio de pañal, sino también para limpiar manos, cara o cualquier “accidente express”.
Un cambio completo es imprescindible. Mejor aún, lleva dos mudas: body, pantaloncito, calcetines y una camiseta. Nunca sabes cuándo una fuga o un vómito puede sorprenderte.
Además, incluir una bolsita de tela o de plástico para la ropa sucia hará tu vida mucho más fácil.
Si das lactancia materna, bastará con llevar un pañuelo de lactancia para sentirte cómoda. Si usas fórmula, no olvides el biberón, agua y la dosis medida en un dispensador.
También considera un babero y un trapito para los inevitables derrames.
La pañalera perfecta lleva consigo pomada para rozaduras, gel antibacterial y un cambiador portátil. Estos básicos de la pañalera son tu escudo contra imprevistos cuando no hay un espacio limpio y cómodo para cambiar al bebé.
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Un chupón de repuesto (porque siempre se caen al piso), una mantita ligera para el frío o para improvisar sombra, y un juguete pequeño para entretenerlo son lifesavers en más de una situación.
La clave está en los compartimentos. Usa bolsitas separadas para la ropa, la comida y la higiene. Así, cuando tengas que actuar rápido, no perderás tiempo buscando entre todo.
