El arte de interrogar a cualquier persona, sobre todo si forma parte de tu equipo de trabajo o si deseas conseguir información de su parte, es básico. Mira cómo hacer preguntas poderosas que te den la respuesta que buscas.
Una pregunta tiene la capacidad increíble de dirigir nuestra atención hacia algo. “Es más, la única diferencia entre las personas de éxito y las que no lo tienen, es la forma en que preguntan”, afirma Joaquín Olivas, especialista en Desarrollo Humano y de Estrategias de Productividad y Gestión Personal. Pero, ¿cómo hacer preguntas poderosas? ¿Cómo obtener las respuestas que buscas y ayudar a los demás, también, a encontrar sus propias respuestas?
Mario Borghino, describe en su libro más reciente El arte de hacer preguntas, que una pregunta inteligente es aquella que no es percibida como tal por nuestro interlocutor o contraparte. Es decir, cuando el interlocutor detecta qué se quiere saber, él puede manipular la respuesta y resistirse a decir la verdad y entonces no obtendremos la respuesta deseada o tal vez nada. Pero destaca que lo más importante, es hacer preguntas que hagan reflexionar y pensar.
Preguntas poderosas
Una pregunta poderosa es aquella que nos ayuda a explorar situaciones y a resolverlas, en cualquier ámbito de nuestra vida, ya sea familiar, de negocios, de equipos, o de relaciones personales.
Las partes básicas de una pregunta poderosa, que siempre debe ser precisa, son:
- Comenzar con un qué. Evita preguntar por qué, pues te llevará a justificaciones imprecisas.
Ejemplo: ¿Qué es lo que quieres hacer? / ¿Qué es lo que te importa? / ¿Qué es lo que te impide sacar este objetivo?
- Conducen a la acción. Recuerda que comprender no basta, hay que actuar.
- Busca un futuro mejor. No hablar del pasado, sino del presente o futuro.
La fórmula sería: ¿Qué…tú…verbo…futuro positivo…?
Cuando en nuestra vida diaria, ya sea en el trabajo, la escuela, nuestra familia o en una relación, algo no sale como esperábamos, no deberíamos llenarnos la cabeza preguntándonos ¿por qué ocurrió?, ¿por qué a mí?, ya que no podemos cambiar lo ocurrido. Lo que sí podemos hacer es plantearnos preguntas poderosas como: ¿Qué aprendimos?, ¿cómo podemos superarlo? y ¿cuándo?; es decir, en qué tiempo, momento o circunstancia podemos lograrlo.
De acuerdo con The Art of Asking Essential Questions de The Critical Thinking Community, una buena pregunta genera curiosidad en el oyente, invita y desafía a reflexionar, además los pensamientos se enfocan hacia lo significativo y sustancial, haciéndonos disciplinados, dispuestos a aprender y a ser intelectualmente más capaces de encontrar nuestro camino.
Débiles vs. poderosas
Estos son algunos de los ejemplos de cómo podemos transformar una pregunta y enriquecer nuestras respuestas.
Débil – Poderosa
¿Qué te pasó? – ¿Qué quieres lograr?
¿Cuál fue el problema? – ¿Qué desafío presenta?
¿Por qué te pasó esto? – ¿Cuál es la solución?
¿Por qué no has solucionado este problema? – ¿Qué debes hacer para solucionar el problema?
¿Por qué no hiciste lo que debías? – ¿Qué puedes aprender de esto?
Prueba, practica con tus conocidos hacer preguntas poderosas y ve el resultado. Poco a poco se irá haciendo un hábito y obtendrás toda la información que necesitas.
Escrito para Revista Fernanda agosto por Reyna Isabel Ortega, periodista. Ha colaborado en Forbes, El Economista, El Financiero, entre otros medios.
Fuentes: Mario Borghino es un reconocido consultor empresarial especializado en finanzas personales, innovación disruptiva y crecimiento de negocios. Autor de El arte de hacer preguntas, Editorial Grijalbo || Joaquín Olivas, especialista en Desarrollo Humano y de Estrategias de Productividad y Gestión Personal
Hablando de preguntas poderosas,¿qué tal estas para tu pareja?
