La depilación es una práctica que utilizamos desde hace muchísimos años. Incluso se han encontrado registros de que las mujeres egipcias usaban ceras, piedra pómez y conchas […]
La depilación es una práctica que utilizamos desde hace muchísimos años. Incluso se han encontrado registros de que las mujeres egipcias usaban ceras, piedra pómez y conchas de mar como pinzas. Hoy en día, no utilizamos conchas y tenemos muchas más opciones que en aquellos tiempos, pero ¿cuál es tu mejor opción de depilación?
Definitivamente la respuesta a cuál es tu mejor opción de depilación depende de muchos factores y será diferente para cada quien, pero para que tomes la mejor decisión te platico un poco sobre los diferentes métodos con los que contamos actualmente y te comparo algunos tips prácticos.
Rastrillo:
Es la más utilizada. Contrario a lo que mucha gente cree, rasurarse no cambia el grosor, el color, la textura ni la rapidez con la que crece el pelo. El problema es que la piel se puede irritar y es común que el pelo se “entierre” o quede atrapado. Para evitar esto, se recomienda que al rasurarte tengas la piel mojada y que rasures en la misma dirección del crecimiento del pelo. Además es muy importante que cambies las navajas de tu rastrillo periódicamente para disminuir el riesgo de infecciones y para que las navajas tengan un buen filo.
Métodos mecánicos:
Los métodos mecánicos son los papeles de lija, piedra pómez y la depilación con hilo. En la depilación con hilo se utiliza un hilo de algodón retorcido para atrapar el pelo y cortarlo (y a veces arrancarlo) al mover el hilo. Estos métodos deshacen el pelo por encima de la piel por fuerza o calor, lo que provoca irritación.
Pinzas y depiladoras:
No hay evidencia de que la depilación con pinzas disminuya el crecimiento del pelo. Debes tener cuidado porque si lastimas la piel, puede quedar una cicatriz. Existen también pinzas electrónicas que transmiten una pequeña corriente hacia el folículo, lo que puede estimularlo y provocar que el pelo crezca más rápido de lo normal.
Cremas, geles y aerosoles:
Estos productos son muy ácidos o muy alcalinos, lo que hace que el pelo se disuelva y pueda ser removido fácilmente. No es un método de depilación permanente pero dura más tiempo porque la sustancia alcanza a penetrar un poco y disuelve el pelo ligeramente por debajo de la altura de la piel. No se debe usar sobre piel irritada o cortada, ni en las cejas o áreas cercanas a los ojos. Pueden causar alergias, por lo que antes de usarlos debes aplicar un poco sobre un área pequeña de piel para probar.
Cera:
La depilación con cera es un método económico y que quita el pelo uniformemente. La cera se aplica sobre la piel y se retira rápidamente jalando en sentido contrario al crecimiento del pelo. Es más efectivo que rasurarse o usar cremas depiladoras porque quita el pelo desde la raíz, en lugar de sólo cortarlo a la altura de la piel, lo que hace que crezca más lento. Si se usa constantemente, se pueden alcanzar hasta seis semanas sin crecimiento del pelo o que deje de crecer de forma definitiva por el daño repetido en el folículo. La cera no se debe usar sobre várices, lunares o verrugas, en las cejas, la nariz, los oídos, pezones, área genital, sobre la piel irritada o lastimada, ni sobre quemaduras de sol.
Foto de Shutterstock
Láser:
Antes de que apareciera el láser, la única forma de depilación permanente era la electrolisis, en la que se destruía el folículo aplicándole una corriente eléctrica. La utilización de láser es un método permanente de depilación, en la que se destruye el folículo piloso con calor. Para que el láser funcione, el pelo tiene que crecer un poco para que éste absorba el láser y permita que el calor llegue hasta el folículo. El láser puede producir irritación o manchas en la piel.
Luz pulsada (IPL):
Las máquinas de luz pulsada tienen el mismo efecto que el láser, pero sin utilizar un láser como tal. El pelo mantiene el calor más tiempo que la piel, por lo que al aplicar múltiples disparos de luz, el pelo aumenta su temperatura sin afectar a la piel, provocando que se “queme” el folículo. El problema es que es más lento que el láser y requiere más sesiones, y en la mayoría de los casos, el vello vuelve a crecer después de un tiempo.
Es importante que verifiques que la persona que aplique cualquier método esté bien preparada para hacerlo, especialmente si se trata del láser ya que se requiere de una certificación para utilizarlo. Y tú ¿ya sabes cuál es tu mejor opción de depilación?
Adriana Iturbide es Medico Cirujano y miembro de la Sociedad Mexicana de Salud Pública. Actualmente estudia una maestría en Nutrición Clínica.
Evita cometer estos 10 horrores de la depilación, ¡por piedad, jaja!
