¡Que no te haga llorar! Aquí te compartimos los 5 mejores consejos para que la cebolla no convierta tu cocina en un mar de lágrimas
La cebolla es ese ingrediente que le da ‘el toque’ a muchos platillos. Sin embargo, puede ser muy fastidiosa el momento de cortarla.
Top de los mejores platillos para preparar con Cebollas Idaho
Si tienes suerte se te va a escapar una lágrima, pero si te toca una cebolla muy fuerte… prepara los kleenex.
5 consejos para no llorar picando cebolla
Aquí te compartimos varios consejos útiles para que picar cebolla no se vuelva una tarea odiosa:
1-. Sumérgela en agua
Este truco es de los más eficaces. Si pelas y luego la sumerges en agua durante cinco minutos antes de cortarla, evitarás que expulse gases que harán llorar tus ojos.
Otra variante similar es cortarla debajo del grifo de agua. Eso sí, toma encuenta que esto te supondrá más gasto de agua.
2-. Métela al refrigerador
Colócala en el refrigerador durante aproximadamente una hora antes de cortarla. El frío también ayuda a reducir la liberación de gases.
3-. Enciende una vela
Encender una vela cerca de la tabla de cortar puede ayudar a quemar los compuestos irritantes antes de que lleguen a tus ojos.
4-. Usa goggles
Sí, leíste bien. Puede verse algo gracioso pero es demasiado efectivo. Los lentes crearán una barrera protectora super eficaz
5-.Usa un Cuchillo Afilado
Un cuchillo afilado reduce la cantidad de daño celular en la cebolla, lo que a su vez disminuye la cantidad de gases irritantes liberados.
6-.. Mantén la Raíz Intacta
Deja la raíz de la cebolla intacta mientras la cortas. Los compuestos irritantes se concentran en esa área, así que es mejor mantenerla en su lugar.
7-. Ve por un chicle
Mastica chicle mientras cortas cebolla. La saliva que produces al masticar puede ayudar a neutralizar los gases irritantes.
Si te sientes preparado para poner a prueba estos consejos, aquí te comparto un platillo en el que la cebolla es un ingrediente estrella:
SOPA DE CEBOLLA
Ingredientes:
- 4 cebollas grandes, cortadas en rodajas finas
- 2 cucharadas de mantequilla
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 2 cucharaditas de azúcar
- 4 tazas de caldo de pollo o caldo de verduras
- 1/2 taza de vino blanco (opcional)
- 2 hojas de laurel
- Sal y pimienta al gusto
- Rebanadas de pan baguette
- Queso rallado (como queso Gruyère o queso Emmental)
¿Cómo se prepara?
- En una cacerola grande a fuego medio, derrite la mantequilla junto con el aceite de oliva. Agrega las rodajas de cebolla y cocina, revolviendo ocasionalmente, hasta que las cebollas estén caramelizadas y doradas, aproximadamente 20-25 minutos.
- Agrega el azúcar a las cebollas caramelizadas y revuelve para combinar. Esto ayuda a realzar el sabor natural de las cebollas.
- Vierte el vino blanco en la cacerola y raspa los pedacitos dorados del fondo con una cuchara de madera. Cocina por unos minutos hasta que el vino se haya reducido a la mitad.
- Agrega el caldo de pollo (o caldo de verduras) y las hojas de laurel a la cacerola. Lleva la sopa a ebullición y luego reduce el fuego a bajo. Deja que la sopa hierva a fuego lento durante unos 15-20 minutos para que los sabores se mezclen.
- Mientras la sopa hierve a fuego lento, prepara las rebanadas de pan baguette. Tuéstalas ligeramente en una parrilla o en el horno.
- Una vez que la sopa esté lista, sazónala con sal y pimienta al gusto. Retira las hojas de laurel.
- Para servir, coloca las rebanadas de pan tostado en cada plato hondo y luego vierte la sopa caliente sobre las rebanadas.
- Cubre la sopa con una generosa cantidad de queso rallado. Si lo deseas, puedes gratinar la sopa en el horno precalentado hasta que el queso se derrita y esté dorado.
Ahora, ¡disfruta de tu sopa!
