Los alimentos dulces son realmente adictivos. Comienzas ingiriendo una dona o una paleta y al rato ¡necesitas más! La buena noticia es que hay una solución. Te comparto […]
Los alimentos dulces son realmente adictivos. Comienzas ingiriendo una dona o una paleta y al rato ¡necesitas más! La buena noticia es que hay una solución. Te comparto algunos tips para vencer las ganas de comer algo dulce.
Con estos tips para vencer las ganas de comer algo dulce, verás que tu alimentación cambiará. Recuerda que los alimentos dulces, ya sean en forma de azúcar, sustitutos y edulcorantes, jarabes, mermeladas, pastelillos, caramelos, miel o incluso en fruta, son altamente adictivos. Tu necesidad de consumirlos es real y verdadera, y va mucho más allá de un simple antojo.
Según afirma el profesor de la Universidad de Princenton, John Hoebel, “el cerebro se vuelve adicto a sus propios opiáceos del mismo modo que lo haría a la heroína o la morfina”. El dulce es uno de ellos. ¿La razón? La glucosa es particularmente importante para el cerebro, ya que es el único combustible para las 100 mil millones de neuronas, que necesitan un abastecimiento constante del flujo sanguíneo porque no tienen la capacidad de almacenar glucosa ellas mismas.
Esta necesidad biológica se convierte, con el tiempo, los hábitos y la carga anímica que depositamos en la comida, en una adicción a nivel física, química y emocional. El impulso anímico instantáneo que produce el azúcar y los alimentos dulces es una de las razones por las que nos volcamos a las cosas dulces cuando queremos celebrar o cuando ansiamos un premio o un consuelo. También tiene que ver con la glucosa en sangre y los bajones de energía que sentimos cuando esta desciende drásticamente. ¿Y cómo los compensamos? ¡Comiendo más dulce!
Por dónde la veas, mientras más alimentos dulces consumamos, más necesidad de ellos tendremos. Pero hay una solución:
TIPS PARA VENCER LAS GANAS DE COMER DULCE
-Disminuye el consumo poco a poco. Lo primero es hacerte consciente de que lo tuyo es una adicción o que puede convertirse en una, dependiendo qué tanto dulce consumas. Así que al dejarlo, ten presente que puedes experimentar síntomas del síndrome de la abstinencia y debes realmente comprometerte para no recaer. Si intentas renunciar de golpe, es mucho más probable que experimentes severos síntomas de abstinencia. Los síntomas de la abstinencia se pueden manifestar en la forma de antojos fuertes por comidas dulces, o también se pueden presentar otros síntomas más serios como dolores de cabeza y nauseas. Reduciendo tu consumo de azúcar gradualmente a lo largo de varias semanas, puedes disminuir la gravedad de los síntomas.
-Elimina de tu casa todo lo dulce. Si lo tienes en casa, será más fácil que lo consumas. Así que, vacía tu despensa de dulces, chocolates, galletas, jugos e incluso fruta.Si bien esta no es mala para tu salud, si estás tratando de dejar el dulce por completo, será bueno que no la incluyas en tu alimentación.
–Bebe mucha agua. En ocasiones comemos dulce cuando en realidad el cuerpo pide líquido; muchas personas confundimos las sensaciones, ¡es real! Así que ante el antojo, bebe agua, té o incluso, una limonada sin azúcar.
-Si no puedes más y necesitas algo dulce, consume carbohidratos complejos (cereales integrales, legumbres, leguminosas…). Estos también se convierten en glucosa en la sangre, de mucha mejor que los carbohidratos simples que contienen los alimentos dulces. Esto ayudará a tu cuerpo y tu cerebro con la abstinencia.
-Realiza actividad física. En vez de pararse en frente del refrigerador o la alacena cuando un antojo de azúcar te ataque, puedes responder haciendo algún tipo de actividad física. El ejercicio libera endorfinas en el cuerpo, que pueden ayudarte a regular los cambios de humor asociados con el síndrome de abstinencia a el azúcar.
-Identifica por qué quieres dulce. ¿Es porque estás triste, ansiosa o enojada? ¿Tienes hambre? ¿Es puro antojo? ¿Tienes baja de energía? Ubicar la causa te permitirá tomar una medida complementaria que te ayuda a tratar el origen, en vez de resolver todo con galletas y caramelos.
-¡Aguanta! Abandonar el dulce es cuestión de voluntad, disciplina, compromiso y de cambiar hábitos. En menos de un mes, tus ansias y la necesidad de comer dulce habrán desaparecido por completo. Peor para eso, debes aguantar sin consumirlo para nada.
Para concluir, quiero señalar que es importante identificar si tu consumo de dulce es una adicción o no, y qué tanto lo controlas. Si lo consumes ocasionalmente como parte de una dieta balanceada, puedes simplemente cuidarte en hacer buenas elecciones sin eliminarlo por completo. Pero si lo tuyo es verdaderamente una adicción, entonces sería bueno seguir todos estos tips para vencer las ganas de comer algo dulce. Recuerda que una rebanada de pastel a la semana no hace daño, pero una diaria sí. La clave es medirse y hacer elecciones inteligentes, ¡nada más!
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